Un hombre lanzan una torta a la Gioconda. Ha accedido al museo del Louvre en una silla de ruedas con peluca y gorra este domingo. El atacante simuló ser discapacitado para poder acercarse al cuadro
El Museo del Louvre ha interpuesto una demanda contra el individuo que lanza una torta a la Gioconda, de Leonardo Da Vinci.
Fuentes del Louvre indicaron que el museo ha interpuesto la denuncia contra ese visitante que simuló tener una discapacidad para acercarse a la vitrina de seguridad en la que se encuentra la Gioconda, uno de los principales reclamos del museo parisino.
«El Louvre aplicó el procedimiento habitual previsto para personas con movilidad reducida, permitiéndole admirar esta obra mayor del Louvre», indicó la institución, que renovó recientemente la sala en la que se expone el lienzo para acoger por filas las grandes concentraciones de visitantes que se amontonan delante del cuadro.
Según el museo, una vez que el individuo se encontraba cerca del cuadro lanzó una torta que había escondido entre sus objetos personales, pero esta no provocó daños en la Gioconda, ya que esta protegida por un cristal antibalas.

«El individuo fue inmediatamente agarrado y evacuado por los agentes de seguridad y después entregado a la policía, que acudió al recinto», añaden.
Un individuo disfrazado tiró una tarta contra el cuadro
En varios vídeos publicados en redes sociales, se ve al individuo en silla de ruedas, con peluca y gorra, siendo conducido al exterior de la sala por el personal de seguridad mientras grita: «Pensad en la Tierra». Hay gente que está destrozando el Planeta. Es por ello que he hecho esto».
Aunque no hay imágenes del momento en que el hombre lanza la torta, las instantáneas de los usuarios permiten ver al personal recogiendo los restos de la torta y limpiando el cristal, que se quedó manchado durante un rato.
Víctima de varios ataques y de un robo
El lienzo, de principios del siglo XVI, es uno de los principales reclamos del Louvre que recientemente hizo obras en la sala donde se expone para poner orden en las aglomeraciones ante la Mona Lisa.
No es la primera vez que intentan atacar a la famosa obra. El más reciente en el tiempo fue en 2009, cuando una turista rusa arrojó contra ella una taza de té. También salió indemne del ataque gracias a la mampara antibalas que la resguarda.
El cristal se colocó precisamente para evitar las agresiones contra la obra, que en 1957 sufrió un ligero daño después de que un visitante boliviano le lanzara una piedra: «Tenía una piedra en el bolsillo y de pronto me vino a la cabeza la idea», dijo entonces el hombre en el diario Le Monde.
Pero lo peor que sufrió La Gioconda fue cuando la robaron en 1911. El culpable fue Vincenzo Peruggia, un extrabajador del Louvre.
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Tomado de RTVE
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