Las imágenes de la nave espacial Juno revelaron tormentas extrañas y organizadas en el Polo Norte de Júpiter
Algunas tormentas extrañas en Júpiter descubiertas en 2017 por una nave espacial de la NASA son particularmente intrigantes para los científicos. Una nueva investigación intentó entender cómo los nueve ciclones que giran en el polo norte de Júpiter permanecen tan organizados.
La conocida y emblemática Gran Mancha Roja de Júpiter es en realidad una masa de nubes de tormenta arremolinadas llamada anticiclón, y es solo una de las muchas tormentas en el gigante gaseoso. En el polo norte de Júpiter, hay una familia de nueve ciclones, una gran tormenta rodeada de ocho más pequeñas, que fue notada por primera vez en 2017 por la nave espacial Juno de la NASA, la cual orbita el planeta. Un estudio publicado en Nature Astronomy examinó por qué esta configuración se ha mantenido estable durante los últimos años, o incluso mucho antes de su descubrimiento.

“Desde 2017, la nave espacial Juno ha observado un ciclón en el polo norte de Júpiter rodeado por ocho ciclones más pequeños dispuestos en un patrón poligonal”, escriben los autores del estudio. “No está claro por qué esta configuración es tan estable o cómo se mantiene”.
El polo sur de Júpiter presenta una configuración similar, excepto que esta tiene cinco tormentas que forman un pentágono, a diferencia de las ocho del polo norte que forman un octágono. Los investigadores se refieren a los sistemas geométricos de tormentas de los polos norte y sur como “polígonos” y escriben: “Los polígonos y los vórtices individuales que los componen se han mantenido estables durante los 4 años desde que Juno los descubrió. Los patrones poligonales giran lentamente, o no giran en absoluto”.
Los investigadores utilizaron una serie de imágenes del instrumento de tipo espectómetro llamado Jovian Infrared Auroral Mapper de Juno, o JIRAM, para estudiar el comportamiento de estas tormentas. Descubrieron que un “anillo anticiclónico” rodea la tormenta central, girando en la dirección opuesta al ciclón principal. Este anillo, argumentan los investigadores, podría servir para estabilizar el sistema.
Las tormentas de Júpiter son un ejemplo sorprendente de la intensa meteorología que puede ocurrir en otros planetas. En Saturno, otro planeta gigante gaseoso, una enorme corriente en chorro con forma hexagonal cubre el polo norte. Incluso se sabe que cambia de color.
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Tomado de GIZMODO