Diez funcionarios de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim), entre ellos dos jefes de regiones, fueron destituidos por abuso de poder y otros delitos graves.
Uno de los jefes está involucrado en un escandaloso robo a una empresa del estado Falcón. El otro, en la detención con tortura y muerte de un funcionario del CICPC junto a subalternos, reseñó Infobae. A ambos funcionarios los protegía el teniente coronel Alexander Enrique Granko Arteaga, jefe de la Dirección de Asuntos Especiales (DAE) de la Dgcim.
Protección de Granko Arteaga
De acuerdo con el diario argentino, Granko Arteaga, jefe de la DAE, fungió como obstáculo para que se haga justicia en los dos casos de Falcón y Apure. Según se conoció, el jefe de dirección se opone a la detención de Linarez Márquez, como también lo hizo en el de Bautista Arocha. Además, ejercía presión en la administración de justicia y se niega a entregar documentos o datos que solicitan las autoridades.
El poder de Granko Arteaga involucra a una enorme red de poder con una poderosa base económica en los botines de guerra, en las minas de oro en Bolívar, en el control de los puertos en La Guaira y Puerto Cabello. Sin contar su interés particular por obtener viviendas con puertos privados, como ocurrió con la de Isabel González Capriles, prosigue Infobae.
¿Quiénes son los destituidos?
Entre los nombres de los destituidos están los de los comisarios jefe Argenis Gregorio Linarez Márquez y Juan Bautista García Arocha; el inspector jefe Vincenzo Rocco Barreto, los subinspectores Joan Ventura Sandoval León y Karl Roiyer Just Patiño González; los agentes primero Deiby Mackey Medina Sánchez, Jacobo José Vargas Pérez y Freddy del Valle González Alfonzo; así como los agentes tercero Génesis Josefina González Correa y Génesis Irais Oropeza Santiago.
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