El papel higiénico se ha convertido en todo un tema de debate por el choque cultural que gira en torno a este objeto
En los países de América el uso del papel higiénico se ha normalizado a lo largo de la historia. Ha generado una gran cantidad de desechos, que se han convertido en un problema ambiental y un foco de infecciones en los rellenos sanitarios.
El papel es uno de los productos que no faltan en la canasta básica. Los usuarios pocas veces se detienen a considerar el origen de este material multiusos.
La ONU ha expresado: «La extracción y el procesamiento de los materiales, los combustibles y la comida son responsables de la mitad de las emisiones de gases de efecto invernadero mundiales totales y de más del 90 % de la pérdida de biodiversidad y el estrés hídrico».
Eso sin considerar la cantidad de árboles talados para la producción de éste y otros productos derivados de la madera. Del mismo modo, se estima que cada año la Ciudad de México emite al aire media tonelada de residuos fecales, según la jefa del Departamento de Aerobiología del Centro de Ciencias de la Atmósfera, Irma Rosas Pérez.

El Consejo de Defensa de los Recursos Naturales dio a conocer un informe mediante el cual se hace visible que la industria del papel higiénico tala cada año el equivalente a más de 400.000 campos de fútbol para fabricar sus productos, contribuyendo a la desaparición de los bosques
Afortunadamente, no en todas las regiones del mundo se tiene el mismo uso desmedido del papel. Un ejemplo de esto, es en el Oriente Medio, donde lo habitual es enjuagarse con agua una vez finalizadas las necesidades fisiológicas básicas.
El uso del papel también se puede restringir a aspecto religiosos e históricos, ejemplificando con los romanos, quienes usaban una esponja para su higiene personal.
Se puede concluir que el uso del papel higiénico depende totalmente de la historia y cultura de las diferentes regiones del mundo. Sin embargo, estas prácticas se pueden adoptar en pro del medio ambiente.
Buscar una solución ante la inminente crisis sanitaría y cambio climático que se vive a nivel mundial, debe ser prioridad para los líderes del mundo. Para lograr mitigar el impacto ambiental de las actividades humanas, debemos de cambiar radicalmente nuestros hábitos.
Como alternativa para el uso desmedido del papel sanitario, la sociedad ha decidido implementar el uso del bidet. Se trata de un objeto sanitario hecho de loza o cerámica que sirve para la higienización de las zonas íntimas después de utilizar el inodoro.
La forma de uso resulta es sencilla, el bidet funciona con agua que sale de forma vertical o ducha invertida, con el fin de limpiar la zona que elijas, por lo que solo debes colocarte en una posición cómoda que permita enjuagar la materia fecal.
Esta práctica se ha realizado durante milenios y expandir su hábito a los países de América, representaría una iniciativa que ayudaría a disminuir la cantidad de gases de efecto invernadero, al igual que, la reducción de la huella de carbono.
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Fuente ENSÉÑAME DE CIENCIA