Avatar: seres vivos de Pandora ¿por qué son tan grandes?

Se trata de una de las curiosidades que más llamaron la atención de los espectadores. Te damos la respuesta de ¿por qué los seres vivos de Pandora son tan grandes en Avatar?

Si echamos la vista atrás y regresamos a la gran pantalla, en diciembre de 2009, en el estreno de Avatar, una de las curiosidades que más llamaron la atención de los espectadores, junto con los paisajes espectaculares, fue el tamaño descomunal de las criaturas que viven en el mundo ficticio de Pandora.

Avatar: seres vivos de Pandora ¿por qué son tan grandes?

Un mundo a lo grande

Todo en Avatar es grande. Mucho más grande que en la tierra. Seres alienígenas que parecen tener claras analogías con organismos terrestres, como el ciervo, el caballo, el rinoceronte, la pantera, el lobo, o el gibón, son en Pandora muchísimo más grandes que en nuestro mundo. Esa particularidad se extiende también a la única especie inteligente nativa, los na’vi, que a pesar de su apariencia humanoide, presentan un tamaño desmesurado. Lo mismo se puede decir, y de forma mucho más exagerada, de las criaturas voladoras, y por supuesto, de la flora. De hecho, el efecto en los árboles es muchísimo más llamativo. 

Sumergidos de lleno en la trama, llega un momento en la película en el que casi nos olvidamos del tamaño tan enorme de esos alienígenas azules y, sin embargo, incluso para ese estándar, los árboles resultan ser absolutamente colosales. El que denominan ‘árbol madre’ tiene tales dimensiones que alberga en su interior a un pueblo na’vi completo y a toda una colonia de monturas voladoras domesticadas entre sus ramas. Un árbol cuya sombra empequeñece a una flota de naves.

El peso importa

El peso, como variable física, es muy relevante. Un ser vivo muy pesado necesita un esqueleto o un sistema de soporte más fuerte que pueda sostenerlo, y que a su vez aporta, también, peso extra. Existe un límite físico a partir del cual el peso supera la capacidad de resistencia de los seres vivos y colapsan sobre sí mismos.

Por supuesto, es bien sabido que en el pasado existieron animales mucho más grandes que los de hoy. Algunos saurópodos superaban los 30 metros de longitud. Sin embargo, disponían de un par de estrategias para evitar que su estructura colapsara. Por un lado, sus huesos eran huecos, lo que los hacía mucho más ligeros, y en su interior se disponían una serie de estructuras que optimizaban la resistencia. Por otro lado, gran parte del interior de su cuerpo también estaba hueco; presentaban un sistema respiratorio muy desarrollado, con sacos aéreos que, se prolongaban hacia el interior del esqueleto.

Una serie de adaptaciones evolutivas que compartían con los dinosaurios terópodos, y que actualmente aprovechan las aves —único grupo de dinosaurios supervivientes a la extinción del Cretácico— para poder volar. 

En resumen, para ser muy muy grande es necesario aligerar peso, y viene bien tener estructuras óseas que soporten el exceso de peso.

Avatar: seres vivos de Pandora ¿por qué son tan grandes?

Con la ayuda de Arquímedes

Sin embargo, es un hecho que en el mar hay animales mucho más grandes que en tierra firme. Y de nuevo, el peso es muy relevante. Es importante, en este punto, distinguir “peso” de “masa”. La masa es la cantidad de materia que contiene un cuerpo, y se mide en kilogramos. El peso es la fuerza que ese cuerpo genera hacia abajo, se mide en newtons y depende de la masa y de la gravedad. 

En la superficie terrestre la gravedad es bastante homogénea, por lo tanto, un cuerpo con una masa determinada suele tener aproximadamente el mismo peso, esté donde esté. Sin embargo, este peso, como fuerza física, puede verse alterado por otras variables, como el empuje por el efecto del Principio de Arquímedes.

El conocido filósofo de Siracusa descubrió y describió que cualquier cuerpo sumergido en un fluido experimenta un empuje, de abajo hacia arriba, igual al peso del volumen del fluido desalojado. Esto es lo que hace que los barcos floten, aunque tengan una masa de miles de toneladas; y lo que permite volar a globos aerostáticos y zepelines, al fin y al cabo, la atmósfera es un fluido, y si el contenido del globo pesa menos que el mismo volumen de aire desalojado, el empuje descrito por Arquímedes lo elevará. 

Por este principio de Arquímedes, los animales que viven en el agua, un fluido más denso que la atmósfera, experimentan un empuje de flotación que reduce en gran medida el efecto de su peso. Este fenómeno actúa como factor en la selección natural, permitiendo tamaños mucho más grandes, en un entorno en el que es perfectamente viable. Es su forma de aligerar peso.

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Fuente MUY INTERESANTE

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