Gróstoli: deliciosa receta de dulces italianos

¿Te gusta la repostería casera sencilla? No te puedes perder esta receta de gróstoli, unos deliciosos dulces italianos. Toma nota

Los gróstoli, dulces italianos, llamados también cróstoli o gròstoi, en el dialecto trentino, son unos deliciosos dulces típicos del norte de Italia, que se sirven tradicionalmente en el carnaval, pero pueden degustarse en cualquier momento del año. Cuentan con diversos nombres, pudiendo conocerse también como sfrappole o chiacchiere. Se trata de una masa frita espolvoreada de azúcar, que se puede anudar dándole forma como de lazo. Lo mejor de estos ricos bocados es que los podemos replicar en casa de una forma sencilla, con ingredientes que, si no los tenemos, son sencillos de conseguir.

Se trata de un dulce muy antiguo, según cuenta la tradición. Estas fuentes indican que se remonta a la antigua Roma, cuando celebraban las Saturnales, que con el tiempo e Iglesia mediante, se transformaron en el carnaval actual. Durante estas festividades romanas, los jóvenes salían desnudos y corrían alrededor del monte Palatino, como un rito de purificación.

Gróstoli

Por otro lado, los romanos interrumpían el comercio, los procesamientos y el trabajo durante las fiestas, que ellos llamaban feriae. Solo los esclavos y los animales, con excepción de los caballos, continuaban con sus labores normales. Y en las calles de Roma repartían o vendían diversas exquisiteces, como los gróstoli, dulces italianos.

Ingredientes:

Harina, cantidad necesaria (2 o 3 tazas)
2 huevos
1 cucharada de mantequilla pomada
¼ taza de coñac, brandy, sambuca o grappa
1 ½ taza de leche
2 cucharadas de azúcar
1 cucharada de ralladura de naranja
1 cucharada de ralladura de limón
Aceite para freír

Preparación:

1-En un bol bate los huevos y agrega el azúcar.

2-Bate los dos ingredientes, y después intercala la leche con la harina, hasta obtener una masa que se pueda estirar.

3-Agrega el licor, las ralladuras de naranja y limón. Si es necesario, agrega más harina.

4-Tapa con un paño seco y limpio, y deja reposar durante media hora.

5-Al cabo del tiempo, toma pequeñas porciones y con un rodillo, empieza a estirar hasta que la masa quede muy fina, casi transparente (este es precisamente el truco).

6-Con una rueda dentada, corta rombos (se puede hacer con un cuchillo). Si se desea, se le puede hacer un doblez a la masa, o dejarla lisa.

7-En una sartén pon abundante aceite, y cuando esté caliente, fríe los gróstoli de dos en dos (dependiendo del tamaño de la sartén), y reserva en papel absorbente para retirar el exceso de aceite.
Espolvorea con el azúcar.

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Fuente OK DIARIO

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