No es una pregunta que nos hagamos todos los días. Sin embargo, hay personas que dedican su vida a pensar la respuesta a un dilema del que podría depender el rumbo de la humanidad
¿Cómo deberíamos reaccionar si algún día contactamos con una civilización extraterrestre?
Si hay vida en el universo es casi inevitable que acabemos entrando en contacto con ella. Sea esta inteligente o no, ¿cómo deberíamos responder si contactamos con una civilización extraterrestre? ¿De manera hostil, previniendo un mal mayor? O ¿buscando la cooperación y el crecimiento mutuo de ambas civilizaciones?
Imagina que contactamos con una civilización extraterrestre. Un grupo de seres vivos de origen alienígena, con la inteligencia suficiente como para comunicarse con nosotros intercambiando señales luminosas a años luz de distancia. O incluso, imagina que detectamos la presencia de vida en Marte, Europa, Titán o algún otro cuerpo del sistema solar. Vidas más parecidas a nuestras bacterias que a otra cosa, pero vida sin lugar a dudas.
¿Qué debería hacer la humanidad? ¿Cuál debería ser nuestra respuesta?
Si tu única experiencia planteándote este tipo de situaciones es a través de los ojos de un guionista de Hollywood, tu respuesta probablemente sea atacarles antes de que sea demasiado tarde. O huir y escondernos, si no eres muy optimista.
Pero la ciencia no piensa que debamos actuar así, aunque no sabe con certeza cómo exactamente deberíamos actuar. Es por eso mismo que se ha creado un nuevo departamento dentro del SETI, el Instituto para la Búsqueda de la vida extraterrestre. Este departamento llevaría el nombre de “SETI Post-Detection Hub” o Centro SETI Post Detección. Se encargaría de lidiar con todo lo que vendría después de una detección de una señal proveniente de una civilización extraterrestre.

Esta detección podría perfectamente no llegar nunca, pero desde el SETI consideran que, en este caso especialmente, más vale prevenir que curar. Que anticipándonos a lo que pueda pasar, daremos mejor respuesta a ello. Este nuevo Hub del SETI se gestionará por Centros de Ciencias Exoplanetarias y Ley y Gobernanza Globales, de la Universidad de St. Andrews en Reino Unido. El Hub pretende unificar expertos de diversas ramas de ciencias y humanidades, para elaborar todas las evaluaciones de impacto, protocolos, procedimientos y tratados, necesarios para facilitar una respuesta responsable a la cuestión.
El Dr. John Elliot, coordinador del nuevo hub, nos advierte:
“La ciencia ficción está repleta de exploraciones del impacto en las sociedades humanas tras el descubrimiento, o incluso el encuentro, con vida extraterrestre inteligente.”
Estas exploraciones suelen ser pesimistas y suelen concluir con la dominación de una de las dos civilizaciones, la nuestra o la suya, sobre la otra. Rara vez nos hablan de cooperación, de ayuda y de mutuo aprendizaje. Tan acostumbrados estamos al desenlace destructor, que plantearnos uno en que ambas civilizaciones colaboremos nos resulta ingenuo en demasía.
Una vez hemos decidido que nuestra respuesta inicial no debería ser hostil, nos queda decidir todo lo demás. En primer lugar, establecer los protocolos necesarios para garantizar la veracidad de un anuncio así. Además, juntar un comité de expertos, para que analicen los descubrimientos que hagan, así como transmitirlos al público general.
El descubrimiento de vida extraterrestre probablemente sería uno de los acontecimientos culturales más importantes de la historia de la humanidad, por lo que es importante tratarlo como merece. Aunque este centro se pensó en vistas del descubrimiento de vida inteligente, sus protocolos, adaptados, podrían servirnos también en el caso de que detectáramos vida similar a la bacteriana en algún cuerpo del sistema solar.
El hub del SETI se encargará de todas las etapas del proceso, desde el descifrado de la posible señal extraterrestre detectada, hasta cómo la información se transmitirá en las redes sociales. Este es un tema que en general no ha despertado mucho interés por parte de las instituciones. Una notable excepción podría ser el encuentro de discusión científica celebrado por la Royal Society en Reino Unido en 2010, sobre “La detección de vida extraterrestre y las consecuencias para la ciencia y la sociedad”. Tras este encuentro, la por aquél entonces directora de la Oficina de Naciones Unidas para Asuntos del Espacio Exterior, la malasia Mazlan Othman, tuvo que asegurar que durante el encuentro no se le había nombrado como “Embajadora Alien”.
A día de hoy, las Naciones Unidas disponen de procedimientos y entidades para lidiar con la amenaza que supondría un posible impacto de un asteroide con la Tierra y sin embargo no hay nada similar en caso de que le descolguemos el teléfono a E.T.
Los únicos protocolos de contacto que existen al día de hoy son los redactados por el SETI en 1989. Los mismos se revisaron por última vez en 2010. Sin embargo, estos protocolos no son más que un modelo de conducta para los científicos que investiguen el tema. Además, no pueden utilizarse dentro de un marco legal si fuera necesario.
El objetivo, es que protocolos como estos sean capaces de dirigir el proceso de inicio a fin: desde la gestión de todo el proceso de búsqueda de señales, la gestión de posibles detecciones positivas, confirmación de estas como legítimas, análisis tras la detección y gestión de la potencial respuesta.
No existe certeza alguna de que algún día vayamos a recibir un mensaje de alguna civilización extraterrestre, por mucho que pasemos los próximos siglos buscando sin parar.
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Fuente MUY INTERESANTE