A vivir con lo necesario: pareja se lanza a la aventura de dar la vuelta al mundo en velero

«Ahorrar, ahorrar y ahorrar», ha sido una especie de mantra para Uri y Carmen, con la finalidad de cumplir un sueño: dar la vuelta al mundo en velero.

Esta pareja de españoles, desde hace dos años tomó la decisión más importante de su vida: dejar las comodidades de su casa, venderlo todo y comprar un velero para convertirlo en su vivienda de 14 metros que, si durante ese tiempo ha sido su hogar, ahora lo es más, con la llegada del pequeño Leo.

Pero, no conforme con eso, este singular matrimonio de cineastas está determinado a darle la vuelta al mundo en el Forquilla, como se llama la embarcación en la que el pequeño Leo está aprendiendo todo.

En conversación con Curadas.com, Carmen nos relata de dónde salió la idea de vivir en una embarcación.

Idea convertida en realidad

«Cuando nos conocimos, Uri tenía el proyecto en mente de darle la vuelta al mundo a vela. Todavía no tenía barco ni nada, pero tenía la idea, pues ya había navegado bastante. Yo desde pequeña también, a vela nunca, pero en barco bastante. Así que me pareció muy interesante», contó.

Así que desde que empezaron a salir «comenzamos a buscar barco, al final en el confinamiento lo encontramos, fuimos a verlo a Sicilia que era donde estaba. Nosotros vivimos en Barcelona. Vimos el barco, nos encantó, lo compramos y lo trajimos para acá. Luego comenzamos a vivir en él, en principio en el puerto, mientras nos formábamos y después tomamos la decisión de salir de viaje. Estuvimos unos cuantos meses viajando por el Mediterráneo, probando a ver qué tal nos sentíamos y nos dimos cuenta que realmente es lo que queríamos hacer. En medio de esto llegó nuestro bebé», agrega.

Destaca que con la llegada de su hijo la idea de darle la vuelta al mundo continuó con más fuerza. «Hemos hecho grandes esfuerzos desde que nació Leo para adaptarlo al barco, su casa es el barco, no conoce otra cosa y se mueve a sus anchas y obviamente con toda la seguridad del mundo», enfatizó.

Resaltó que mientras preparan el viaje están haciendo toda clase cursos y preparándose para todo, más que nada por brindarle seguridad al pequeño.

¿Cómo se financia el viaje para dar la vuelta al mundo en velero?

Uriol responde también entusiasmado acerca de cómo, de ser una pareja similar a cualquier otra, dedicada a su trabajo relacionado con el mundo del cine, la televisión y los comerciales, tomaron la decisión más trascendental de sus vidas. Enfatiza en que se financian con sus propios recursos, producto de su trabajo.

«La verdad es que ha sido ahorrar, ahorrar, ahorrar y ahorrar y ciertamente privarnos de muchas cosas. La gente piensa que vivir en un barco es un lujo, pero lo cierto es que nosotros compramos el Forquilla que ya era de tercera mano», explicó.

La vuelta al mundo en velero

«También coincidió con la pandemia y pudimos negociar bastante bien el precio. Seguimos trabajando en cine, estamos haciendo una película antes de irnos y claro, a la hora de decidir darle la vuelta al mundo, seguimos ahorrando. Básicamente, te dedicas a ahorrar, a tener una vida más humilde. Cuando ya vives en un barco y es tu casa, pues los gastos ya son menores, en el sentido de que en un puerto es mucho más económico vivir, vamos al supermercado como la gente normal, comemos como la gente normal, lo único es que vivimos en una casa pequeña que es un barco y mide 14 metros», añadió.

Resalta que en este proceso de preparar el viaje y vivir en el barco desde hace tiempo, hay marcas que les patrocinan, como una de insumos para veleros que les proveyó de materiales necesarios para hacer algunos arreglos y las velas nuevas, elemento indispensable para el viaje.

La vuelta al mundo en velero: Quieren conocerlo todo

Uri y Carmen quieren, literalmente, conocerlo todo. Pero, eso no quiere decir que no tengan algún plan, al menos inicial acerca del rumbo que llevarán, una vez que emprendan la aventura.

«Hay un trayecto más o menos marcado que es que saldremos desde Barcelona, rumbo al sur, costeando España, probablemente pasando por las islas Baleares, después pasando por el Estrecho de Gibraltar hacia las islas Canarias y de allí seguramente a Cabo Verde, en África para cruzar al Caribe. A partir de allí tenemos un poco que ver, porque también queremos que el viaje nos sorprenda, queremos ver a qué países nos lleva», dijo Carmen.

Aprovechó para subrayar que «hay muchos países que nos gustaría visitar como Venezuela, Colombia, Argentina, Chile, Brasil, Uruguay, entre otros. Lo que te quiero decir es que tenemos más o menos clara la trayectoria, pero no aún los países que visitaremos. No tenemos ninguna prisa. La idea es prolongar este viaje, hacerlo con calma, hacerlo como nos sintamos cómodos, ir viviendo con base en cómo vamos decidiendo en cada momento».

No es solo dar la vuelta al mundo en velero sino también vivir los países a fondo

Hizo énfasis en que «precisamente la parte positiva de viajar con tu casa a cuestas es que no tienes que programar mucho, porque al final no tienes que programar billetes de avión ni hoteles que es un poco lo más complicado de cuando viajas. Luego cruzaremos seguramente el canal de Panamá y ya nos embarcaremos en el mundo del Pacífico. Y en cuando al tiempo, no hay una fecha fin. Claro, posiblemente sean dos años, pero mucho de ello nos lo marcará Leo. De repente con 10 años, con 5 o con tres, Leo nos diga: oye, ya está bueno esto del barco», explicó.

Dijo que «la idea es bajar a los países, conocerlos a fondo, vivirlos, no pasar de soslayo, sino vivirlos a fondo, llevarnos un poquito de cada cultura que vayamos conociendo».

¿Qué han aprendido en este tiempo que tienen viviendo en la embarcación?

«Hemos aprendido todo. No teníamos idea de lo que era tener un barco. En el momento en que adquirimos el Forquilla no dedicamos a desmontarlo y a saber perfectamente todo y cómo funciona, desde qué tubería, las tripas, todo. Eso ha sido un trabajo largo. No teníamos idea de mecánica y ya hemos arreglado alguna avería pequeña, porque constantemente en un barco no dejas de aprender ni de trabajar, porque estar en contacto con agua salada es un constante medio de corrosión y hay que estar encima de ello», indicó Uri.

Y como experiencia de vida, relata que también han aprendido mucho. «Vivíamos en una casa, donde hay muchas cosas, al irnos a vivir a un velero vendimos todo y nos quedamos con la ropa, la vida humilde de vivir con lo necesitas es lo que hemos aprendido y somos felices, muy felices, porque nos da la sensación de que somos libres, más libres y nos damos cuenta de que no necesitamos nada para vivir».

Agrega que la experiencia les ha enseñado que las personas pueden hacer de todo. «Hemos aprendido que podemos hacer muchas cosas, hemos vivido temporales que han sido feos, que han hecho que nos demos cuenta de que sabemos más de lo que crees , que reaccionas, capeas el temporal y que al siguiente ya no te da tanto miedo».

Dar la vuelta al mundo en velero

Cosas maravillosas

Y cuenta que han vivido cosas tan maravillosas como navegar y encontrarse con una ballena o con delfines, «las puestas del sol, darse un bañito, cocinar, hacer la cena, crecer en familia, compartir los buenos momentos. Todas son ventajas para nosotros», finaliza.

Dar la vuelta al mundo en velero pareja argentina

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