Los premios de Hollywood como los Oscar no se salvan de las pataletas de los progresistas
De hecho, son una plataforma ideal para el lanzamiento de las ideas más tontas y sin sentido de la generación de cristal
Un par de ejemplos: una directora consideró una ofensa que su película no haya ganado, y una actriz también se ofendió porque su difunto padre no fue nombrado en la lista de fallecidos.
Una tontería de Hollywood es su obsesión con la inclusión. Una película no solo debe ser buena, sino que debe incluir a una persona de cada raza y a la vez a un representante de cada uno de los mil géneros que se inventaron.
Advertencia: las opiniones de Acquaviva no son aptas para personas obsesionadas con la inclusión o con las e identidades de género.
Entérate de más en el video.
Te puede interesar…
- La vida son palabras – por Rodolfo IzaguirreExisten muchas maneras de definir la vida, una de ellas es decir que son palabras dichas en determinada circunstancia de júbilo, de amor o tristeza, de emocionadas sorpresas, palabras de agobiado pesar o nunca dichas puesto que el silencio puede ser el discurso más expresivo cuando va colmado de afecto o dura intemperancia; puede ser agresivo, insultante, feroz. La palabra humana, decía Gustavo Flaubert, «es como una caldera rajada con la que tañemos melodías buenas para hacer bailar un oso cuando quisiéramos conmover a las estrellas».
- Las casas por renacer – por Ángel Alberto BellorínEste párrafo que en breve voy a citar, nada tiene que ver con la adornada carta que en 1902, un intelectual subordinado a un analfabeto con poder, le escribió a su jefe para que lo leyera. En ese entonces el imperio norte americano conmovido por la retórica, le sacó las patas del barro y le dio oxígeno a aquel bárbaro.
- Formación social, moral y cívica – por Ángel Alberto BellorínEl verdadero debate no es si un presidente lleva gorra o no. El verdadero debate es si queremos hijos sin rumbo… o jóvenes con disciplina que cambien la historia de un país.