«Es obvio que el gobierno no quiere que se hagan unas primarias, ni que se hagan bien (…) Ellos quieren abstención», aseguró este lunes el excandidato presidencial Henrique Capriles, en relación los últimos acontecimientos ocurrido en el Consejo Nacional Electoral (CNE).
«Nosotros no queremos una primaria VPI, nosotros queremos una primaria donde los más pobres de nuestro país, quienes viven en los sectores populares, tengan la oportunidad de expresarse», dijo.
Por ello a la comisión nacional de primaria que se habiliten 4.012 centros de votación y 6.996 mesas, puesto que es una consulta «muy grade (…) Un proceso autogestionado no es algo fácil, necesita organización, para que sea lo más parecido a una elección», afirmó.
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«Si lo vemos así, las primarias van a ser una gran oportunidad para legitimar al liderazgo político, darle fuerza a quienes queremos cambio de cara a la elección presidencial, que es nuestro objetivo», agregó.
A su juicio, las primarias son un verdadero reto para la oposición. «Parte de los retos que vienen y parte de las decisiones de quienes están en el poder pasan por saber si van a destruir el proceso electoral o van a permitirle a este país que una elección se convierta en una solución a la crisis política, económica y social», expresó.
Sobre la crisis en el CNE, expresó que se trata «de una estrategia gubernamental» para empañar la consulta prevista para el 22 de octubre.
Janet Yucra