El tráfico de niños es real y es peor que la esclavitud

La película Sound of freedom, Sonido de libertad en español, puso el tráfico infantil en la mente de muchos

Sí, el tráfico de niños es real.

Independientemente de lo que opines de la película, el tráfico de niños es un problema de la vida real.

El tráfico infantil o tráfico de niños es una forma de esclavitud moderna en la que los traficantes o sus clientes ponen a los niños a trabajar o los explotan de otras maneras.

Según las Naciones Unidas, cada año se trafican entre 250.000 y 300.000 niños.

El tráfico de niños puede tomar muchas formas

Tráfico sexual o explotación sexual de niños

En el tráfico sexual de niños, los traficantes obligan a los niños a prostituirse, a filmar pornografía u otra forma de explotación sexual.

Tráfico laboral

En este caso los traficantes o sus clientes obligan a los niños a trabajar en condiciones peligrosas o de explotación, como en fábricas, minas o granjas.

Y esto es una especie de esclavitud moderna, con el agravante de estar dañando a niños específicamente.

Tráfico de órganos

Los niños se ven obligados a donar sus órganos, a menudo sin su consentimiento.

También debes saber que…

La trata de niños es un delito grave que puede tener consecuencias devastadoras para las víctimas.

Los niños que son víctimas de la trata suelen sufrir abusos físicos y emocionales y pueden tener problemas de salud de por vida o de largo plazo.

También pueden estar traumatizados por sus experiencias y tener dificultad para confiar en los demás.

Qué podemos hacer

Hay una serie de cosas que se pueden hacer para prevenir el tráfico de niños, entre ellas, la más fácil es sensibilizar sobre el tema, que es precisamente lo que tratamos de hacer con este artículo.

Hay que educar a los niños sobre los riesgos del tráfico de niños.

Si sospechas que un niño es víctima de explotación o esclavitud, tráfico o abuso de cualquier tipo, debes denunciar el hecho a las autoridades.

El contexto religioso es irrelevante al igual que las conspiraciones

En la lucha contra el tráfico infantil, muchas personas se distraen hablando de cultos satánicos y haciendo del tema un asunto político.

La verdad es que el contexto religioso es irrelevante, pues cualquiera que abuse de un niño es un delincuente. Esto sin importar cuáles son sus creencias o supuestas intenciones.

Tampoco es un asunto político. Se trata de velar por los derechos humanos de personas indefensas e inocentes.

Maltratar a un niño es igual de malo si es para adorar a un demonio o para servir los deseos de un personero de la iglesia católica.

No hay religión alguna, ni creencia alguna, que sea razón suficiente para maltratar a un niño.

No es solo con los niños

Por supuesto que a todos nos preocupan más los niños. Es lógico y natural pues sabemos que no se pueden valer por sí mismos. Y además, por la inocencia que conlleva la infancia.

Pero atrocidades como el tráfico de órganos, el tráfico sexual y la esclavitud son una amenaza para cualquier persona, sin distingo de raza, edad, color, nacionalidad o clase social.

Aprender más respecto al tráfico de niños nos ayudará a todos

Visita la página de Wikipedia para aprender más

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