En el siglo XIX, Inglaterra sufrió diferentes fenómenos extraños y crímenes sin explicación, Jack el destripador, el demonio de Devonshire y por supuesto, Jack el saltarín.
Relatos del lado oscuro y José Ramón Cantalapiedra nos cuentan acerca de este personaje que quizá, podría estar relacionado con los otros. Jack el saltarín.

Jack el Saltarín
Unos creían que era un demonio, otros que se simplemente se trataba de un hombre muy ágil. Aunque todos estaban de acuerdo en que inspiraba terror.
Su leyenda se remonta a los comienzos de la época victoriana, en 1837, cuando los vecinos de un barrio de Londres denunciaron varios ataques de un ‘fantasma’ o ‘diablillo’. El ser llamaba a la puerta y cuando le abrían, generalmente una mujer, le desgarraba la ropa con sus garras.
Como por ejemplo a una joven criada llamada Mary Stevens, a la que agredió con sus frías garras en un parque cuando volvía a su lugar de trabajo por la noche. Ella gritó y el atacante huyó en cuanto varias personas se acercaron tras escuchar los gritos.
Otras personas le avistaron en la calle, ya que también hacia emboscadas a los caminantes e incluso a los carruajes. Tras sus ataques huía riendo y saltando.
Algunas teorías hacían pensar que se trataba de un grupo de hombres ricos que se disfrazaba para asustar a la población.
Una noche de 1877 Jack el saltarín apareció en un puesto de guardia en Aldershot, fue descrito por los guardias como un hombre vestido con traje de hule (que es como caucho) y llevaba una armadura.
Le dieron el alto y le preguntaron quien era, él dio su nombre y se marchó saltando. Al ver que no se detenía, los soldados le dispararon y Jack respondió lanzándoles una llamarada de fuego color azul. Después se marchó.
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