En este video el youtuber Sergio Begueria comparte una bonita fábula y diez reglas para atraer cosas buenas y aumentar la buena suerte.
Provoca la buena suerte para que te dure toda la vida
Cuando la suerte viene sola, por casualidad, entonces no tienes el control. Siendo así, esa suerte es efímera.
Pero cuando eres tú quien provoca la buena suerte, tu eres la fuente y puedes provocar la buena suerte.
Cómo atraer cosas buenas: persigue la buena suerte
Un concepto similar o familiar al anterior: debes tener la disposición de ir por la buena suerte. Es decir, hacer lo necesario para que te pasen cosas buenas.
El saber popular lo dice de varias maneras. Muchos queremos buena suerte, pero pocos queremos hacer lo que hace falta. Otro dicho reza: todos quieren ir al cielo, pero ninguno se quieren morir.
Un ejemplo más mundano es que muchos queremos comer algo rico, y aun teniendo los ingredientes y la receta, nos da pereza prepararlo.
Crea las circunstancias necesarias para que aparezca la buena suerte
Si no tienes buena suerte, más bien lo contrario, revisa las circunstancias y trata de cambiarlas.
Siguiendo la parábola o fábula que puedes ver en el video más abajo, la buena suerte es como una planta, o más bien, una siembra. Necesita agua, terreno fértil, sol, en fin, las condiciones necesarias para nacer y hacerse común y hasta abundante.
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Cómo atraer cosas buenas generando situaciones de beneficio común
De una forma u otra, todos estamos buscando el bienestar personal. Y eso es una ventaja, porque hay muchas personas que, como tú, están buscando tener buena suerte.
El famoso y trillado ganar-ganar no es una forma de hacer negocios. Es la única forma de hacer negocios. Si en un negocio alguien no está ganando, entonces no es un buen negocio. Algo está mal.
Buscar cubrir las necesidades de alguien y que a su vez esa persona reciba beneficios de tu parte es una manera de generar suerte para ambos lados.
Cuida los detalles para atraer cosas buenas
Tu mala suerte, o falta de buena suerte, puede deberse, al menos en parte, al descuido.
A veces tienes todo listo, faltaba tan poco, pero no se logró. Y es que descuidaste un detalle que a pesar de parecer insignificante, era la diferencia, era ese último paso para alcanzar una meta.
Quizá no tuviste mala suerte. Ni te faltó buena suerte. Solo descuidaste un detalle que resultó ser importante para terminar.
Mira el resto de las reglas en el video.
Aunque ya cerca del final el video se pone un poco repetitivo al igual que las reglas, la fábula es bonita y los consejos son valiosos.
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