Los experimentos más crueles que jamás hubo en la psicología y psiquiatría

Estos códigos de conducta no siempre han sido tan estrictos. Muchos experimentos del pasado no podrían haberse llevado a cabo en la actualidad por incumplir alguno de los principios fundamentales. DrossRotzank nos habla sobre los experimentos más crueles

Los experimentos más crueles en la psicología y psiquiatría.

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Los experimentos más crueles que jamás hubo en la psicología y psiquiatría

El experimento de la cárcel de Stanford es un conocido estudio psicológico acerca de la influencia de un ambiente extremo: la vida en prisión. Está basado en las conductas desarrolladas por el hombre, dependiente de los roles sociales que desarrollaban (cautivo, guardia).

Se llevó a cabo en 1971 por un equipo de investigadores liderado por Philip Zimbardo de la Universidad de Stanford. Se reclutaron voluntarios que desempeñarían los roles de guardias y prisioneros en una prisión ficticia. Sin embargo, el experimento se les fue pronto de las manos y se canceló en la primera semana.

Las preocupaciones éticas que envuelven a los experimentos famosos a menudo establecen comparaciones con el experimento de Milgram, que se efectuó en 1963 en la Universidad de Yale por Stanley Milgram, un antiguo amigo de Zimbardo.

Metas y métodos del experimento

El estudio lo subvencionó la Armada de los Estados Unidos, que buscaba una explicación a los conflictos en su sistema de prisiones y en el del Cuerpo de Marines de los Estados Unidos. Zimbardo y su equipo intentaron probar la hipótesis de que los guardias de prisiones y los convictos se autoseleccionaban, a partir de una cierta disposición que explicaría los abusos cometidos frecuentemente en las cárceles.

Los participantes se reclutaron por medio de anuncios en los diarios y la oferta de una paga de 15 dólares diarios (equivalente a 109,37 dólares diarios en 2022) por participar en la «simulación de una prisión». De los setenta candidatos que respondieron al anuncio, Zimbardo y su equipo seleccionaron a los veinticuatro que estimaron más saludables y estables psicológicamente, según la evaluación psicológica realizada a los candidatos previamente. Los participantes eran predominantemente blancos, jóvenes y de clase media. Todos eran estudiantes universitarios.

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