Barcelona, principios del siglo XX. Una mujer acusada de robar niños, de hacerles cosas horribles, de convertirlos en ungüentos y de consumir su carne y su sangre. Capturada, enjuiciada, el cruel caso de Enriqueta Martí, también conocida como la vampira de Barcelona
Relatos del lado oscuro nos presenta un caso de perversidad humana. El extraño caso de la vampira de Barcelona.

Enriqueta Martí Ripollés (San Feliú de Llobregat, 2 de febrero de 1868 – Barcelona, 12 de mayo de 1913) fue una criminal española, conocida popularmente como «La vampira de la calle de Poniente», «La vampira del Raval» o «La vampira de Barcelona», Se la ha considerado tradicionalmente perpetradora de secuestro, proxenetismo y asesinato en serie de niños, aunque investigaciones concurridas en 2014 creen que sólo se puede probar fehacientemente el secuestro de una niña, Teresa Guitart, por el que fue condenada.
Enriqueta Martí y Ripollés nació el 2 de febrero de 1868 en San Feliú de Llobregat. De muy joven, Enriqueta se traslada desde su ciudad natal a Barcelona, donde trabajará como niñera, pero pronto comienza a ejercer la prostitución, tanto en burdeles como en lugares dedicados a esta actividad, como eran el Puerto de Barcelona o el Portal de Santa Madrona. En 1895 se casa con un pintor llamado Juan Pujaló, la pareja tuvo una relación tormentosa, reconciliándose y separándose unas seis veces. Según Pujaló, su matrimonio fracasó por la afición de Enriqueta por los hombres, su carácter extraño, falso, impredecible y sus continuas visitas a casas de mala vida. A pesar de estar casada, no dejó de frecuentar los ambientes de prostitución ni el mundo de la gente de mal vivir. Se separaron y nunca tuvieron hijos.
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