Refresco de jengibre: deliciosa bebida para las tardes de calor

Es un alimento que está repleto de beneficios para la salud y lo puedes consumir en un delicioso refresco de jengibre, te decimos cómo prepararlo

Estamos seguros de que para las preparaciones de diferentes platos de la cocina mexicana una de las mejores recomendaciones que sugieren las recetas es añadir un poco de jengibre. Este peculiar alimento pertenece a la familia de las Zingiberaceae, y es conocida por su nombre científico como rizoma de zingiber officinale roscoe, el cual tiene como significado “cuerpo de cuerno”. Así que, anímate y prepara este rico refresco de jengibre.

El jengibre que solemos consumir en las diferentes recetas es el tallo o rizoma de la planta, de aroma peculiar y sabor picante que provienen de sus diferentes compuestos fitoquímicos entre los que destacan los gingeroles y shogaoles. De acuerdo con el sitio web de El Poder del Consumidor, este alimento tiene muchos beneficios para la salud. Contiene minerales entre los que destaca el magnesio, zinc, potasio, manganeso, calcio y fósforo.

Refresco de jengibre

¿Cuáles son los beneficios del jengibre?

Además de las múltiples minerales, el jengibre aporta vitaminas del grupo B, vitamina A y E. Contiene propiedades antibacterianas y antioxidantes. El consumo de jengibre tiene muchos beneficios, es auxiliar al tratamiento de enfermedades gastrointestinales, ayuda a regular los niveles de glucosa y colesterol.

También ayuda a desinflamar la garganta y es un excelente auxiliar para tratar problemas de gripe común. Se puede preparar en infusiones calientes, pero también en bebidas refrescantes.

Ingredientes:

  • 120 gr de jengibre (aproximadamente una pieza sin cáscara y cortada en láminas)
  • 750 ml de agua
  • Zumo de tres limones
  • Endulzante al gusto (miel o azúcar)

Preparación:

1-En una olla añade una taza de agua y deja a fuego hasta que suelte en hervor. Una vez que el agua haya alcanzado su ebullición añade el jengibre y deja hervir a fuego alto por un minuto.

2-Retira del fuego y añade el zumo de limón. Tapa y deja reposar por cinco minutos.

3-Cuela la preparación y realiza una presión ligera sobre los restos de jengibre para que salga la mayor cantidad de agua. Reserva hasta que enfríe.

4-Posteriormente, vierte el concentrado en una botella, tapa muy bien y agita con suavidad.

5-Vierte un poco de concentrado (60 ml) en un vaso, añade cubos de hielo, un vaso de agua mineral y endulza al gusto con miel o azúcar.

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Fuente GASTROLAB

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