¡Tienes un súper poder escondido! Puedes regenerar tu cuerpo con la autofagia / Dr. Carlos Jaramillo

La industria de la salud y el bienestar tiene una nueva «última moda»: la autofagia, un proceso regenerativo de nuestro cuerpo

La autofagia es un proceso celular esencial que ofrece múltiples beneficios para la salud, incluyendo la mejora de la presión arterial, el control del colesterol, la regulación de la glicemia y la prevención de enfermedades como la diabetes y el cáncer.

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Dr. Carlos Jaramillo:

La autofagia es un proceso celular esencial que ofrece múltiples beneficios para la salud, incluyendo la mejora de la presión arterial, el control del colesterol, la regulación de la glicemia y la prevención de enfermedades como la diabetes y el cáncer. Este mecanismo permite al cuerpo eliminar células dañadas o sus componentes defectuosos, favoreciendo su reemplazo adecuado y asegurando el correcto funcionamiento celular.

La autofagia

El interés científico en la autofagia se intensificó con los trabajos de Yoshinori Ohsumi, quien desde los años noventa investigó este fenómeno, inicialmente en levaduras. Sus hallazgos significativos le valieron el Premio Nobel en 2016, destacando la importancia de la autofagia en la biología celular y abriendo caminos para su estudio en contextos más amplios, incluidos los seres humanos.

La autofagia juega un papel crucial en la eliminación de toxinas y en el mantenimiento de la salud cerebral y hepática. Este proceso natural es fundamental para procesos de detoxificación y tiene un impacto significativo en el antienvejecimiento, ayudando a mantener la función óptima de los tejidos y órganos. Además, la autofagia contribuye a la prevención de enfermedades crónicas como la obesidad y la diabetes, siendo un elemento clave en el control metabólico.

Más allá de los beneficios estéticos asociados al antienvejecimiento, la autofagia tiene un impacto considerable en la longevidad y la mejora de la calidad de vida. El objetivo es vivir más años, pero también vivirlos con mejor salud, evitando enfermedades crónicas que suelen aparecer en la vejez.

Existen diversas formas de inducir la autofagia, siendo el ayuno y el ejercicio físico dos de las más destacadas. Durante el ayuno, las células activan mecanismos de adaptación y compensación que desencadenan la autofagia. Por otro lado, el ejercicio, tanto cardiovascular como de fuerza, promueve la limpieza y reparación celular.

Algunos medicamentos, como la rapamicina, utilizada principalmente en tratamientos contra el cáncer, pueden inducir la autofagia. Además, una dieta equilibrada rica en proteínas saludables, vegetales, grasas buenas y fitonutrientes (antioxidantes y moléculas específicas de origen vegetal) también contribuye a la activación de este proceso celular.

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