Trasmoz. La localidad ha dado lugar a leyendas sobre brujas y aquelarres, alguna de las cuales fue recreada por Gustavo Adolfo Bécquer
Es el único pueblo español oficialmente maldito y excomulgado por la iglesia católica, cuya excomunión no ha sido revocada todavía. Trasmoz.
Trasmoz es un municipio español de la provincia de Zaragoza situado en la comarca de Tarazona y el Moncayo, Aragón. Su término municipal tiene un área de 18,26 km².

La historia del actual núcleo se remonta al siglo XII, cuando se fundó el Señorío de Trasmoz, que durante el siglo XII y el XIII fue alternando entre el Reino de Aragón y el de Navarra, hasta que Jaime I lo conquistó definitivamente en 1232.
Durante el siglo XIII, los ocupantes del castillo falsificaban monedas. Para evitar que la población local investigara el raspado y martilleo, difundieron el rumor de que brujas y hechiceros hacían sonar cadenas y forjaban calderos para hervir pociones mágicas por la noche.
Trasmoz era una comunidad próspera y un poderoso feudo, lleno de minas de hierro y plata y vastas reservas de madera y agua. También era territorio laico, lo que significaba que no pertenecía al dominio circundante de la Iglesia, y por real decreto no tenía que pagar cuotas o impuestos al cercano monasterio de Veruela, hecho que enfureció a la Iglesia. Cuando los rumores de Trasmoz como refugio de brujería comenzaron a extenderse más allá de los límites del pueblo, el abad de Veruela aprovechó su oportunidad para castigar a la población, solicitando que el arzobispo de Tarazona, la ciudad cercana más grande, excomulgara a todo el pueblo. Esto significaba que no se les permitía confesarse ni tomar los santos sacramentos en la iglesia católica.
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