«Al intentar llegar a los Estados Unidos a través de la frontera con México, los migrantes están en la mira de los criminales. A diario se denuncian entre 10 y 15 extorsiones».
Así lo manifestó el periodista Carlos Manuel Juárez, reportero de la frontera y conocedor de esta realidad, en entrevista con Radio Fe y Alegría, tras lo ocurrido a 32 migrantes, mayoritariamente venezolanos, quienes fueron secuestrados y luego liberados, en Tamaulipas, México.
«La frontera de Tamaulipas representa un riesgo para todas las personas, especialmente para los migrantes que están de paso», dijo.
Recordó dos hechos que permiten contextualizar el terreno: el primero ocurrió en 2010 y se le conoce como la “masacre De San Fernando”, cuando 72 migrantes fueron asesinados por un grupo criminal que los intentó obligar a trabajar para ellos.
Por este hecho no hay condenados, sin embargo, se conoció en la prensa internacional como una masacre del “Cartel de los Zetas”.
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El otro hecho es la “masacre de Camargo”, ocurrió en 2021. Allí, 19 migrantes fueron asesinados y calcinados.
Por este crimen, 12 policías fueron sentenciados.
Juárez explica que estos dos sucesos son la muestra de la inseguridad y la vulnerabilidad de las personas migrantes en esta zona del país.
«Las fuerzas policiales no garantizan la seguridad de la ciudadanía y, en algunos casos, como el de Camargo, son responsables de crímenes», lamentó.
Por otro lado, Juárez contó que, según relatos del director de la Casa del Migrante de Matamoros (Padre Francisco Gallardo), diariamente recibe entre 10 y 15 denuncias de extorsión.
«La migración, en esta zona del país, representa un negocio, una bolsa de dinero a la que grupos criminales acceden a través del secuestro, la extorsión y la trata de personas».
Alerta que en los últimos años, los dos grupos poblacionales que dominan el universo de migrantes son los venezolanos y los haitianos, los segundos ya tienen más tiempo en el territorio y están más enraizados, lo que les permite una serie de elementos y soportes de protección.
Sin embargo, «los venezolanos son los nuevos del territorio y están menos protegidos. A diferencia de otros grupos poblacionales, los venezolanos migran en familia y esto podría resultar más atractivo para las bandas criminales que retienen a algún miembro del núcleo familiar a cambio de dinero».
¿Cómo disminuir el riesgo?
Por ello, Juárez ofreció recomendaciones a la ciudadanía que tiene pensado migrar por esta frontera. «Utilizar los albergues que están distribuidos en varias zonas. Son confiables y allí pueden acceder a comida y asistencia humanitaria».
Se debe «desconfiar de las fuerzas públicas. Aunque no todos los policías y militares pertenecen al crimen, algunos podrían representar un peligro para las personas».
Finalmente, aconseja estar en contacto con ONG que se especializan en apoyar a los migrantes y ofrecen información útil para enfrentar el viaje.
Con información de Radio Fe y Alegría