Esta variante del tamal, rellena de un rico guiso de carne, es el sabor casero de la Navidad. Las hallacas
En 2015, el primer año en que Héctor Arguinzones celebró la Navidad en Estados Unidos, anhelaba saborear las hallacas de su madre con su esposa, Niurka Meléndez, y su hijo, Samuel.
Las hallacas, que son parecidas a los tamales, son un plato típico de las fiestas navideñas en Venezuela, de donde él y su familia habían emigrado, pero las únicas que encontraba en Estados Unidos estaban hechas con ketchup. Así que pasó los dos años siguientes aprendiendo a reproducir la receta de su madre, tomando clases de cocina y haciéndola descifrar sus medidas imprecisas a través de llamadas de larga distancia, hasta que por fin logró preparar el relleno como ella.
Para los venezolanos que viven en su país y en Estados Unidos, las hallacas son un plato básico en Navidad. Las familias pasan varios días preparando los ingredientes y armándolas, rellenando la masa de maíz con guiso, un relleno parecido a un estofado hecho de pollo, cerdo y res y teñido de rojo intenso por el onoto o achiote. Las hallacas parecen regalos cuando se envuelven en hojas de plátano y se atan con hilo de algodón.
En 2017, Arguinzones y algunos amigos cocinaron platos navideños tradicionales como ensalada de gallina y pan de jamón para 200 inmigrantes venezolanos en el barrio del Harlem de la ciudad de Nueva York. Arguinzones preparó las hallacas de su madre.

Desde entonces, todos los años durante varias semanas de diciembre, sigue preparándolas para 300 migrantes venezolanos necesitados. El 22 de diciembre, el grupo las regala, junto con juguetes donados que Meléndez ha recolectado para cada familia.
“Hacemos esto para conservar nuestras tradiciones”, dijo Arguinzones. “Cuando te comas esa ensalada de gallina, esa hallaca, ese pan de jamón, sentirás que los prepararon como en tu casa”.
Este es solo uno de los proyectos que Arguinzones y Meléndez planean en su organización, Venezuelans and Immigrants Aid. Crearon esta organización en 2016 para ayudar a los migrantes venezolanos, más de 110.000 de los cuales han llegado a la ciudad de Nueva York desde el año pasado. En septiembre, cerca de 400.000 migrantes venezolanos de todo el país que entraron en Estados Unidos entre marzo de 2021 y julio de este año obtuvieron permisos de trabajo.
La experiencia de Isbelis Díaz con las hallacas fue similar a la de Arguinzones. Díaz, originaria de Maracaibo, Venezuela, recuerda haber ayudado a su madre y abuela a cortar y pelar verduras para el guiso junto con el cerdo. A su hijo, Ivo Díaz, le tocaba amarrar las hallacas para sellarlas bien.
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Fuente THE NEW YORK TIMES