Hoy, en La Hiperactina, hablamos de la peste negra. Pero ¿cómo pudo esta enfermedad acabar con tanta gente? ¿Qué es lo que la causaba y por qué fue tan letal? ¿Podría haber una peste negra a día de hoy?
Si te digo la palabra “epidemia” o “pandemia”, lo más probable es que pienses automáticamente en la más reciente: la de COVID-19. Sin embargo, la humanidad se ha enfrentado a enfermedades durante toda su historia y algunas de ellas han tenido consecuencias catastróficas. De entre todas las epidemias, hay una que destaca por ser la más letal de la historia, con unas cifras estimadas de más de 200 millones de fallecimientos: la conocida como “Peste negra” o “la gran mortandad”.
Imagina por un momento que vivimos en la Europa del siglo XIV y nos hemos puesto enfermos. ¿Qué podemos hacer? ¿A dónde vamos? Pues aquí tenemos dos opciones, dependiendo básicamente de esto. Si somos ricos, podremos contratar a un médico que venga a nuestra casa y que trate de curarnos.

En aquel momento, la medicina y la magia estaban muy relacionadas, por eso la mayoría de los “tratamientos” se basaban en piedras, talismanes, amuletos, hierbas y elementos de animales. Por tanto, el médico se plantaba allí, delante de nosotros, y nos hacía una especie de ritual que duraba uno o varios días, en el que podía untarnos con ungüentos o darnos infusiones y licores. Si nos curábamos, era gracias a él.
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