En Madrid, Jaime Bayly narra su día caluroso y provechoso, destacando su reunión con Leopoldo López
Jaime describe su satisfacción al encontrarse con Leopoldo López, a quien había entrevistado en su programa en Miami y siempre había admirado.
En la oficina de López, Jaime conoció a su equipo comprometido con la causa de la libertad en Venezuela, dejándole una excelente impresión. La conversación con López duró una hora y media, abordando múltiples temas, incluyendo el fallido golpe de abril de 2002 contra Chávez, cuando algunos militares se arrepintieron de derrocarlo, devolviéndolo al poder, lo cual Jaime considera un error con consecuencias nefastas para Venezuela.
Leopoldo López, según Jaime, combina lucidez, inteligencia y valentía, características que demostró al liderar las protestas de 2014 y al aceptar ir a prisión por casi cuatro años para defender la libertad. Jaime también abordó con López otros temas, como la difícil transición al exilio en España y la posibilidad de un fraude electoral grotesco en Venezuela el 28 de julio, que podría provocar una crisis dentro del chavismo.
Jaime relata una anécdota personal sobre cómo Leopoldo le pidió su WhatsApp y cómo terminaron acordando comunicarse a través del WhatsApp de su esposa Silvia. La conversación también incluyó elogios a María Corina Machado, a quien López considera una líder espiritual de la oposición venezolana.
Jaime concluye su día con una reflexión melancólica sobre las despedidas, disfrutando de un paseo por el Retiro con su familia, y enfrentándose a una situación absurda en una heladería, donde una pareja exageró una pequeña caída de una maderita. Antes de partir, Jaime planea una última cena en un restaurante italiano cercano, disfrutando de la belleza de Madrid y la compañía de su familia, mientras expresa su admiración y agradecimiento hacia Leopoldo López y Lilian Tintori.
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