¿Te cansa comer siempre las mismas ensalada en casa? Te invitamos a probar esta receta de ensalada de remolacha con cítricos y rábano
Ensaladas, esas preparaciones frescas, llenas de color y sabor que nos hacen disfrutar de una comida ligera y muy saludable. Hoy te traemos una receta de ensalada que combina tres ingredientes poco comunes pero muy sabrosos: remolacha, cítricos y rábano. Una combinación perfecta para sorprender a tus comensales con un plato lleno de contrastes y texturas. ¿Te animas a probarla?
La remolacha es un vegetal con múltiples beneficios para la salud, ya que es rica en antioxidantes, vitaminas y minerales. Entre sus propiedades destacan su capacidad para reducir la presión arterial, mejorar la circulación sanguínea y fortalecer el sistema inmunológico.
Los cítricos, por su parte, son una excelente fuente de vitamina C, que ayuda a fortalecer el sistema inmunológico y a prevenir resfriados y enfermedades. Además, su alto contenido en fibra favorece la digestión y la eliminación de toxinas del organismo.
El rábano, aunque menos conocido, es un vegetal muy nutritivo que aporta fibra, vitaminas A, C y del complejo B, así como minerales como el potasio y el magnesio. Su consumo regular ayuda a mantener la salud cardiovascular y a regular el tránsito intestinal.

Ingredientes:
- 2 remolachas medianas
- 1 rábano
- 1 naranja
- 1 limón
- 1 manojo de hojas verdes (rúcula, espinacas, lechuga, etc.)
- 1/4 taza de nueces picadas
- Aceite de oliva
- Vinagre balsámico
- Sal y pimienta al gusto
Preparación:
1-Lava y pela las remolachas y el rábano. Corta ambos vegetales en rodajas finas y colócalos en un bol grande.
2-Exprime el jugo de la naranja y del limón sobre las rodajas de remolacha y rábano. Agrega un chorrito de aceite de oliva, sal y pimienta al gusto. Remueve bien para que se impregnen de los sabores cítricos.
3-Lava y corta las hojas verdes que hayas elegido y agrégalas al bol con las remolachas y el rábano.
4-Para preparar el aderezo, mezcla en un recipiente aparte un poco de aceite de oliva con vinagre balsámico. Ajusta las cantidades según tu preferencia de acidez.
5-Tuesta las nueces picadas en una sartén sin aceite hasta que estén doradas y crujientes. Reserva.
6-Finalmente, vierte el aderezo sobre la ensalada y mezcla todo cuidadosamente. Espolvorea las nueces tostadas por encima para darle un toque crujiente y delicioso. Si no tienes nueces o prefieres otro fruto seco para la ensalada, unas ricas almendras tostadas van a conseguir el mismo efecto.
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Fuente OK DIARIO