De 4.3 millones de hogares con televisión por suscripción, en Venezuela, se estima de 25% accede a contenido «pirata», y de 1.5 millones con banda ancha, 42.5% descarga contenido ilegal. De esta forma, el consumo de este tipo de contenidos en el país supera los promedios en América Latina.
«En Latinoamérica, de los 78.9 millones de hogares con televisión por suscripción, el 23% consume contenido pirata, y del total de 98.2 millones con banda ancha, el 40% descarga contenido ilegal. Estos esfuerzos conjuntos son sumamente valiosos y necesarios para poder hacerle frente a este desafío de la piratería digital”, indicó Francisco Escutia, abogado mexicano con postgrado de especialización en Propiedad Intelectual, en nota de prensa.
La presentación de las estadísticas, de parte de Escutia, ocurrió durante el reciente FITELVEN 2024, donde Simple presentó el evento: “Cazadores de piratas: desenmascarando el cibercrimen” con la participación del experto.
Agrega Escutia que las pérdidas por piratería en América Latina superan los $10.3 billones y se reducen más de 75,000 empleos.
La denuncia del experto coincide con la información suministrada a principios de este año por el presidente de la Cámara de Empresas de Servicios de Telecomunicaciones (Casetel), Pedro Marín, quien dijo que la televisión por suscripción en el país está siendo «atacada» por la piratería. «Casi el 20% de todo lo que es televisión por suscripción en Venezuela es pirata», enfatizó.
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La piratería se refiere a la reproducción o distribución de material protegido por derechos de autor sin contar con la autorización del titular de dichos derechos. Esto abarca diversas formas de contenido, como música, películas, software y libros.
Esta práctica es riesgosa para el consumidor porque, además de violar la ley, puede exponerlo a la descarga de archivos infectados con virus o malware, así como a la falta de soporte y actualizaciones para el software, lo que compromete la seguridad de su información personal.
De acuerdo con Escutia, “la piratería audiovisual representa un riesgo significativo para la privacidad del consumidor. Al acceder a contenido protegido, de manera ilegal, los usuarios a menudo se ven obligados a interactuar con plataformas poco seguras y aplicaciones maliciosas. Estas pueden recopilar información personal sin el consentimiento del usuario, poniendo en peligro datos sensibles como contraseñas, información financiera, imágenes y demás datos personales.”.
“La piratería audiovisual inserta la idea en el público consumidor de que es inofensivo y aceptable consumir de forma gratuita o a muy bajos costos esos contenidos. Sin embargo, el hecho de no pagar por la plataforma o el producto, o pagar precios insignificantes, solo significa que estas organizaciones se lucran del consumidor directamente, utilizándolo como producto y la mayoría de las veces, tomando data privada, sensible y personal y comercializando con ella”.
Con información de nota de prensa y Unión Radio