¿Por qué nos bañamos y desde cuándo? ¿De verdad hace falta bañarse? ¿Quién inventó bañarse?
¡Ah! ¿Te acuerdas cuando eras un niño y estabas muy feliz jugando cuando de repente te llamaban: “¡Hora de bañarse!” ? ¡Agh! ¡Pero si ya me bañé antier¡ ¿Quién inventó bañarse?
La higiene constituye un aspecto importante en nuestra vida: ya los hombres de las cavernas usaban palitos o huesos tallados para quitarse restos de comida, aunque el primer “cepillo de dientes” se usó en Babilonia hace unos 5,500 años y consistía en un palito al cual se le había desgastado un extremo. Muchos años después surgieron los cepillos con cerdas de pelo de animal. Pero los humanos ya se preocupaban por su aliento desde antes, hace unos 7,000 años en China, Egipto y la India se usaban mezclas de: flores, ceniza, mirra, miel y pimienta y para evitar la placa, masticaban granos abrasivos.

A los romanos no les importaba tanto el olor, pero sí que sus dientes estuvieran bien blancos así que usaban orina como enjuague– Los ricos, incluso, compraban orina de Portugal, por ser la más fuerte del imperio. Para tener la pasta de dientes que tenemos hoy en día hubo varias pruebas y bastantes errores, había pastas hechas de tiza, polvo o ladrillo pulverizados ¡ay! El Tartaroff se hizo famoso porque disolvía 3% de tu esmalte cada vez que te lavabas los dientes. Bueno, pero ¿quién inventó bañarse?
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