En su discurso de despedida a la nación pronunciado este miércoles, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, advirtió que una oligarquía estadounidense está tomando forma en Estados Unidos entre unas pocas personas que están acumulando una «peligrosa concentración de poder». También aprovechó para reclamar el mérito del acuerdo de cese el fuego en Gaza.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, pronunció su discurso de despedida a la nación desde el Despacho Oval de la Casa Blanca en Washington, DC, este 15 de enero y en el mismo advirtió la formación de una «oligarquía de extremo poder» en Estados Unidos.
Asimismo, alertó sobre un «complejo industrial tecnológico» en su país.
«Hoy, se está formando una oligarquía en Estados Unidos de extrema riqueza, poder e influencia que realmente amenaza toda nuestra democracia, nuestros derechos básicos y libertad y una oportunidad justa para que todos salgan adelante», dijo Biden desde la Oficina Oval.
No mencionó nombres, pero el CEO de Tesla, Elon Musk, el hombre más rico del mundo, no solo ha acumulado una gran riqueza, sino que se ha convertido en un poderoso asesor de Donald Trump, que relevará a Biden en la Presidencia el lunes.
«Seis décadas después, estoy igualmente preocupado por el posible surgimiento de un complejo industrial tecnológico. También podría plantear peligros reales para nuestro país. Los estadounidenses están siendo enterrados bajo una avalancha de información errónea y desinformación, lo que permite el abuso de poder», dijo.
«La prensa libre se está desmoronando. Los pilares están desapareciendo. Las redes sociales están renunciando a la verificación de hechos», agregó.
Los comentarios de Biden se produjeron después de que la compañía de redes sociales Meta Platforms eliminara recientemente su programa de verificación de datos en Estados Unidos y redujera las restricciones a las discusiones sobre temas polémicos como la inmigración y la identidad de género, cediendo a las críticas de conservadores como Trump.
Musk, propietario de Tesla, SpaceX y X, es un aliado incondicional de Trump, pero otros millonarios como Jeff Bezos (Amazon, Blue Origin) y Mark Zuckerberg (Meta) asistirán el lunes a la investidura del magnate republicano, informó la cadena de televisión estadounidense NBC.
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Desinformación
Estas «tres personas poseen ahora más riqueza que la mitad más pobre de la sociedad estadounidense», protestó el martes Bernie Sanders, figura de la izquierda en Estados Unidos.
«La gente debería poder ganar tanto como pueda, pero jugar según las mismas reglas, pagar su parte justa de impuestos», reclamó Biden.
El demócrata de 82 años recordó la advertencia del presidente Dwight Eisenhower en su propio discurso de despedida sobre los peligros de un complejo militar industrial fuera de control y dijo estar «igualmente preocupado» por «el posible auge de un complejo industrial tecnológico».
Para él la inteligencia artificial podría traer enormes beneficios, pero también plantea «riesgos» para la economía y la seguridad.
La combinación de la inteligencia artificial y de una prensa libre que «se está desmoronando» hace que la ciudadanía sea más vulnerable, avisó.
«Los estadounidenses están siendo sepultados bajo una avalancha de desinformación», lo que permite «el abuso de poder», protestó.
Otra advertencia: «La amenaza existencial del cambio climático nunca ha sido tan clara», pero «fuerzas poderosas quieren ejercer su influencia sin control para eliminar» las medidas tomadas contra el calentamiento global con el fin de «beneficiar sus propios intereses de poder y ganancias».
«Hemos demostrado que no tenemos que elegir entre proteger el medio ambiente y hacer crecer la economía. Estamos haciendo ambas cosas», aseguró.
Estas advertencias eclipsaron la defensa de su legado.
Presumió de haber sacado a la economía estadounidense de la profunda crisis provocada por la pandemia del covid-19 y de haber fortalecido las alianzas de Estados Unidos en el extranjero.
Cuando el lunes devuelva a su rival republicano las llaves de la Casa Blanca, que le arrebató tras una reñida batalla hace cuatro años, el demócrata de 82 años experimentará una humillación suprema.
En 2019 Biden dijo que Trump «pasaría a la historia como una aberración temporal». Se equivocó.
Biden juró su cargo quince días después de que una turba de partidarios de Trump asaltaran el Capitolio, negándose a reconocer la derrota de su líder en las elecciones presidenciales.
El poder «no es absoluto»
Biden fue un presidente impopular en un país sacudido por violentos cambios políticos, culturales y económicos donde la retórica populista de Trump ha calado. Y eso a pesar de sus problemas judiciales.
«Necesitamos enmendar la Constitución para dejar claro que ningún presidente (…) es inmune a los delitos que comete mientras está en el cargo. El poder del presidente no es ilimitado. No es absoluto. No debería ser así», afirmó Biden.
Pero sólo el 36% de los estadounidenses posee una visión positiva de su presidencia y el 33% tiene una opinión favorable de él, según un sondeo publicado el miércoles por la CNN.
El legado de Biden ha quedado deslucido por su decisión de presentarse a un segundo mandato a pesar de su edad.
Se vio obligado a abandonar la carrera electoral en julio tras su desastroso debate de junio contra Trump, que derrotó en las urnas a la vicepresidenta Kamala Harris.
Biden deja a su sucesor un país con un crecimiento económico sólido y un desempleo muy bajo, pero muchas familias recordarán su mandato por el periodo de fuerte inflación.
Ahora hace las maletas, pero sin perder la elegancia: «Le deseo éxito a la administración entrante».
Con información de agencias