Casi siete meses después de las elecciones presidenciales del 28 de julio, el Centro Carter emitió su informe final sobre este proceso y determinó que esos comicios «no cumplieron con los estándares internacionales».
«Debido a la negativa inaudita del CNE a cumplir con la función más elemental de informar con precisión los resultados (…) las elecciones de Venezuela de 2024 no cumplieron con los estándares internacionales de integridad electoral y no pueden considerarse democráticas», dice.
Afirma que hubo «falta de transparencia en el anuncio de los resultados y aparente falsificación de los mismos».
“La recomendación general es que las autoridades demuestren respeto por la voluntad de los ciudadanos venezolanos permitiendo una revisión transparente e independiente de los resultados de la elección presidencial», señala el escrito.
Asegura que no pudo verificar ni corroborar la autenticidad de los resultados anunciados por el CNE.
«Se debe realizar una revisión transparente e independiente de los resultados para respetar la voluntad de los venezolanos».
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