Aunque la realidad de su vida a menudo se mezcla con el mito y la exageración, Billy The Kid personifica la frontera indómita, la lucha por la supervivencia y la difusa línea entre la ley y el orden en el siglo XIX americano
William H. Bonney, más conocido como Billy The Kid, es una de las figuras más icónicas y enigmáticas del Viejo Oeste americano. Su corta vida, marcada por la violencia, el crimen y una escurridiza habilidad para evadir la ley, lo convirtió en una leyenda incluso antes de su muerte a los 21 años. Imagen superior de Yuri en Pixabay
Orígenes humildes y una juventud errante
Nacido probablemente como Henry McCarty en Nueva York en 1859, la infancia de Billy The Kid estuvo marcada por la tragedia y la inestabilidad. Su padre falleció o abandonó a la familia temprano, y junto a su madre, Catherine, y su hermano menor, Joseph, se mudaron hacia el oeste, pasando por Indiana y Kansas antes de establecerse en Silver City, Nuevo México. La muerte de su madre por tuberculosis en 1874, cuando Henry tenía apenas quince años, lo dejó huérfano y lo lanzó a una vida de subsistencia y pequeños delitos. Sus primeros arrestos fueron por robo de comida y ropa, incidentes que presagiaron su futuro como fugitivo de la justicia.

El surgimiento del forajido: de Henry Antrim a Billy The Kid
Tras la muerte de su madre, Henry adoptó el apellido de su padrastro, William Antrim, y se involucró cada vez más en actividades delictivas. Su camino lo llevó a Arizona, donde se vio envuelto en un altercado que resultó en la muerte de un hombre, lo que lo obligó a huir de regreso a Nuevo México. Fue en este período que comenzó a utilizar el alias de William H. Bonney y se unió a varias bandas de forajidos, ganándose una reputación como un joven pistolero hábil y peligroso. Su apodo, «Billy The Kid,» comenzó a circular, alimentando su creciente notoriedad.
La guerra del condado de Lincoln: un conflicto sangriento
La figura de Billy The Kid se consolidó durante la guerra del condado de Lincoln (1878-1881), un violento conflicto entre facciones rivales que luchaban por el control económico y político del sureste de Nuevo México. Billy se unió al bando de John Tunstall, un rico ranchero inglés, y formó parte de un grupo de pistoleros conocidos como «Los Reguladores.» Tras el asesinato de Tunstall, Billy y los Reguladores se dedicaron a vengar su muerte, participando en numerosos tiroteos y asesinatos que intensificaron la violencia en la región y aumentaron la leyenda de Billy como un hombre sin ley.
La cacería de Pat Garrett y la captura
Para poner fin a la creciente anarquía en el condado de Lincoln, Pat Garrett fue elegido sheriff en 1880. Garrett, un antiguo conocido de Billy, se dedicó a perseguirlo a él y a su banda. Tras varios enfrentamientos y persecuciones, Garrett y sus hombres acorralaron a Billy y a algunos de sus compañeros en Stinking Springs en diciembre de 1880. Después de un breve tiroteo, Billy The Kid fue capturado y llevado a juicio por el asesinato del Sheriff Brady durante la guerra del condado de Lincoln.

Juicio, condena y una fuga audaz
En abril de 1881, Billy The Kid fue declarado culpable de asesinato y sentenciado a la horca. Sin embargo, su reputación de escurridizo se mantuvo intacta cuando, mientras esperaba su ejecución en la cárcel de Lincoln, logró escapar tras matar a dos alguaciles. Esta fuga audaz alimentó aún más su leyenda y lo convirtió en el fugitivo más buscado del territorio de Nuevo México. Durante los meses siguientes, Billy permaneció prófugo, moviéndose entre amigos y simpatizantes, mientras Garrett y sus hombres continuaban su búsqueda.
El final en Fort Sumner: muerte a manos del sheriff
El 14 de julio de 1881, Pat Garrett y sus ayudantes rastrearon a Billy The Kid hasta la casa de Pete Maxwell en Fort Sumner. Las circunstancias exactas de su muerte son objeto de debate, pero la versión más aceptada es que Garrett le disparó fatalmente en la oscuridad. Billy tenía solo 21 años al morir, pero su breve y violenta vida ya lo había catapultado al estatus de leyenda del Viejo Oeste.
Legado y mito duradero
A pesar de su corta vida y su carrera criminal, Billy The Kid sigue siendo una figura fascinante en la cultura popular americana. Su imagen ha sido romantizada y tergiversada en innumerables libros, películas y programas de televisión, oscilando entre la de un despiadado asesino y la de un joven carismático víctima de las circunstancias. La verdad sobre Billy The Kid probablemente se encuentre en algún punto intermedio, un joven producto de un entorno violento y una época turbulenta que se convirtió en un símbolo perdurable del espíritu indomable y a menudo brutal del Viejo Oeste americano.
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