Para destacar en la universidad (o en cualquier aspecto de la vida) es esencial cuidar de la salud física y mental
La idea es sentirse bien para tener éxito tanto dentro como fuera del aula, ya que, al fin y al cabo, la etapa universitaria no consiste únicamente en estudiar.
Durante esos años, nos descubrimos a nosotros mismos y nos conocemos mejor en todos los sentidos.
Cómo mantener la forma en la Universidad, tanto mental como físicamente.
Imagen de Evan Mach en Unsplash
Ahora bien, siendo realistas, la vida universitaria no es tan sencilla, ya que requiere compaginar los estudios con el cultivo de las relaciones sociales y el crecimiento personal.
Imagina tu bienestar como un taburete de tres patas: si una pata falla, el taburete se tambalea. De la misma manera, la forma física, la salud mental y el bienestar emocional están interconectados.
En este artículo encontrarás consejos y formas sencillas para mantenerte saludable durante tu etapa universitaria.
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Incluye el descanso en tu agenda
Lo de trasnochar para acabar tareas y proyectos no es buena idea.
Cuando dormimos, el cerebro hace muchas más cosas de las que creemos: sana el cuerpo, consolida la memoria a largo plazo y procesa las emociones. En definitiva, el descanso es un momento de reparación y mantenimiento.
Para mantener tu cuerpo y mente en condiciones óptimas, debes dormir unas 7 horas.
Además, conviene no utilizar el móvil al menos una hora antes de irse a la cama y asegurarse de tener el dormitorio limpio y recogido para poder descansar sin interrupciones.
Haz deporte o alguna actividad física
Practica algún deporte en equipo para mantenerte en forma y relacionarte.
El ejercicio es maravilloso para el bienestar general, ya que estimula la producción de endorfinas, las hormonas de la felicidad, que reducen el estrés, mejoran el estado de ánimo e incluso ayudan en casos de depresión y ansiedad.
Si no puedes comprometerte con un equipo, hay otras formas de mantenerse activo. Puedes apuntarte a actividades deportivas que organice la universidad o ir al gimnasio.
Incluso puedes bailar en tu habitación o hacer ejercicio viendo vídeos durante las pausas de estudio.
Cualquier cosa que veas que te funciona y puedas compaginar con los estudios será bienvenida.
Lleva una dieta equilibrada
La dieta influye en muchos aspectos, como el nivel de energía, la concentración, el estado de ánimo y, por supuesto, la salud en general. La alimentación es el combustible del cerebro, el cuerpo y el alma.
Comer bien no significa tener que elegir alimentos sosos o caros.
Si quieres llevar una dieta saludable y económica, busca recetas sencillas y nutritivas, lleva algo para picar siempre encima y, por supuesto, bebe mucha agua y no te saltes nunca el desayuno.
Establece una rutina constante y cúmplela
Algunos estudiantes se manejan como pez en el agua en el caos, pero tener una rutina proporciona paz metal y aumenta la productividad.
La rutina no debe aplicarse solo a los estudios, sino a todo lo relativo al día a día de tu experiencia universitaria.
Así que, toma el teléfono y descárgate un calendario digital o una herramienta de planificación para tenerlo todo más controlado.
No te sobrecargues y establece metas realistas y alcanzables que puedas dividir en tareas más pequeñas y fáciles de manejar.
Es importante ser flexible, pero establece horarios concretos para estudiar, descansar y cuidarte.
Cómo mantener la forma en la Universidad: Prémiate por tus logros
La vida universitaria no es coser y cantar, por lo que vale la pena felicitarse de vez en cuando. Todo el mundo espera recibir una recompensa cuando consigue algo.
Las recompensas generan hormonas de felicidad, un incentivo que refuerza la confianza y fomenta una buena salud física y mental.
Por eso, casi todas las industrias orientadas al consumidor ofrecen algún sistema de bonificación o recompensa.
Las aerolíneas y los hoteles, sin ir más lejos, regalan millas por cada reserva que realices con ellos; y los casinos online ofrecen bonos sin depósito a los clientes nuevos que se registran.
Comienza este hábito desde el primer año.
No importa que la recompensa sea pequeña mientras te haga sentir bien por tu trabajo. Puede ser ir al cine, pintarse las uñas o incluso comer tu pizza favorita.
Dedica tiempo al cuidado personal, la diversión y el descanso
Hay algo que debe quedar claro: dedicar tiempo a cuidarse uno mismo no es un acto egoísta. Y cuando hablamos de cuidarse no nos referimos solo a ponerse una mascarilla o ir a hacerse un masaje, sino a hacer cualquier cosa que contribuya a mejorar nuestro estado emocional, social y mental, como puede ser establecer límites, meditar o contactar con las personas a las que más queremos.
Despeja y limpia tu espacio (especialmente el dormitorio)
Un espacio limpio ayuda a tener una mente clara y ordenada, mientras que un espacio desordenado es el reflejo de una mente desordenada.
Basta con dedicar diez minutos al día a organizar tu espacio y dejar solo lo que necesitas.
Y, más importante aún, crea una zona de estudio relajante, con detalles personales y un par de plantas.
Practica la gratitud (y el mindfulness)
Practicar la gratitud te cambiará la perspectiva, ya que es como entrenar al cerebro para que esté receptivo a las cosas buenas.
Así pues, muestra agradecimiento a tus seres queridos y recuerda siempre los buenos momentos. Si te gusta el yoga, combínalo con una sesión de mindfulness para subir al siguiente nivel.
Cómo mantener la forma en la Universidad: No dudes en pedir ayuda
No hay acto más inteligente que reconocer cuando necesitamos ayuda.
Los servicios de asesoramiento universitario, los grupos de apoyo y los amigos están ahí para ayudarte, así que no dudes en levantar la mano si sientes que no puedes con todo.
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