Periodistas que cubren las Fuerzas Armadas de Estados Unidos dicen estar sumamente preocupados por las restricciones impuestas por el secretario de Defensa, Pete Hegseth, al acceso de la prensa en el Pentágono. Afirman que las nuevas restricciones, anunciadas el viernes por la noche, parecen ser “un ataque directo a la libertad de prensa y al derecho de los estadounidenses a saber lo que hacen sus militares”.
Las duras palabras de la Asociación de Prensa del Pentágono llegaron después de que Hegseth anunciara “procedimientos adicionales de acreditación para la prensa en el Pentágono en interés de la seguridad nacional”.
Los cambios hacen que partes clave del edificio del Pentágono estén fuera del alcance de los periodistas, a menos que cuenten con un escolta oficial.
Se prevén más restricciones en las próximas semanas, según un memorando del Pentágono que hace referencia a un próximo compromiso para proteger secretos militares y una revisión más estricta de la acreditación de prensa.
El anuncio del viernes es parte de un patrón. Desde enero, Hegseth y sus aliados en el Gobierno de Trump han tomado numerosas medidas para sofocar a los medios independientes.
Casi tan pronto como Hegseth asumió el cargo, algunos de los principales medios de comunicación del país fueron expulsados de sus espacios de trabajo exclusivos en el Pentágono. En lo que el Departamento de Defensa denominó un “programa de rotación de medios”, se ofrecieron espacios de trabajo a medios más pequeños y explícitamente pro-Trump.
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Unas semanas después, el Pentágono anunció que la sala de prensa estaría cerrada “cuando no se utilice para conferencias públicas”.
El principal portavoz del Pentágono, Sean Parnell, amigo cercano de Hegseth, solo ha realizado una conferencia de prensa hasta la fecha.
El viernes, Parnell dijo en X que las restricciones de acceso son “cambios pragmáticos para proteger la seguridad operativa”.
El memorando que detalla las restricciones señaló que “aunque el departamento sigue comprometido con la transparencia, también está igualmente obligado a proteger la inteligencia clasificada y la información sensible, cuya divulgación no autorizada podría poner en peligro la vida de los miembros del servicio estadounidense”.
Los cambios anunciados el viernes dificultarán que los periodistas accedan a Hegseth. También eliminarán “la libertad de los medios de acceder libremente a los oficiales de prensa de los servicios militares, quienes son contratados específicamente para responder a las consultas de la prensa”, señaló la Asociación de Prensa del Pentágono.
Con información de CNN