La desaparición de Joseph Force Crater en el verano de 1930 es uno de los misterios más enigmáticos y perdurables de la historia de Nueva York y de Estados Unidos
En 1954 un conocido de Crater, Henry Krauss hace una afirmación extraordinaria, Krauss llama a un viejo amigo detective y dice que tiene algo que quiere sacarse de encima antes de morir… él cree saber que le sucedió al juez. Joseph Force Crater no era fiel.
Este juez de la Corte Suprema del Estado de Nueva York, de 41 años de edad, se esfumó sin dejar rastro. Así, se convirtió en un ícono entre los casos de personas desaparecidas. Alimentó décadas de especulaciones, teorías de conspiración y leyendas urbanas. Su caso, envuelto en el glamour del Nueva York de la Prohibición y las sombras de la corrupción política, sigue sin resolverse casi un siglo después.
La investigación de la desaparición de Crater se vio rápidamente complicada por su estilo de vida y las posibles conexiones con el submundo de Nueva York. Se le conoció por su afinidad al juego, sus relaciones con varias mujeres y su ascenso a la judicatura sorpresivamente rápido.
Esto generó sospechas de corrupción o influencias políticas. Además, se especuló que su desaparición podría relacionarse con negocios turbios, deudas de juego, un triángulo amoroso. Incluso, se llegó a decir que se le silenció debido a la información comprometedora que poseía. La prensa se abalanzó sobre el caso, alimentando la fascinación pública con cada nuevo rumor y especulación.
Teorías y sospechosos: un rompecabezas sin piezas
A lo largo de muchas décadas, se propusieron innumerables teorías sobre el destino de Joseph Crater, sin que ninguna se haya podido probar. Algunas de las más populares sugieren que fue asesinado por la mafia o por figuras políticas corruptas para evitar que revelara secretos.
Otras teorías plantean que huyó voluntariamente para iniciar una nueva vida, posiblemente con una amante o para escapar de problemas financieros o legales. Se investigaron a varias personas de su círculo cercano, incluyendo a su esposa, socios comerciales y contactos en el hampa, pero nunca se encontró evidencia concluyente. El caso de Crater se cerró formalmente en 1979, declarándolo legalmente muerto.
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