Bayly interpreta lo sucedido como el «fin de la luna de miel» entre Trump y Musk
Según Acquaviva la supuesta ruptura entre Trump y Musk es una exageración mediática que ignora el contexto.
Para Bayly, la «explosiva declaración» de Musk en X, donde calificó la ley presupuestaria de Trump como una «abominación repugnante» y «repleta de gastos superfluos», es la prueba de una ruptura consumada.
Pero para Acquaviva la salida de Musk del gobierno fue planificada debido a los límites de tiempo de su cargo como «empleado especial».
Qué pasó entre Trump y Musk: Bayly y Acquaviva opinan +Videos
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Qué pasó entre Trump y Musk: ¿quedaron como amigos o como enemigos?
La relación entre Elon Musk y Donald Trump es tema de debate. ¿Es un drama real o una fabricación?
Dos analistas, John Acquaviva y Jaime Bayly, ofrecen perspectivas muy distintas sobre lo que realmente sucede entre el magnate tecnológico y el presidente. Dos de los hombres más poderosos del mundo.
Mientras uno apunta a la burocracia y la política como el verdadero conflicto, el otro ve una ruptura definitiva marcada por la decepción fiscal.
Descubre dos perspectivas de esta compleja relación que capta la atención de todos.
Mira los videos o sigue leyendo más abajo.
Elon Musk califica de «abominación» el proyecto de presupuesto de Trump
Qué pasó entre Trump y Musk según Jaime Bayly
Jaime Bayly analiza lo que según él es el fin definitivo de la «luna de miel» entre Trump y Elon Musk, el hombre más rico del mundo.
Aunque ya había señales de descontento por parte de Musk (no querer dormir en la Casa Blanca, elogios menos entusiastas), la ruptura se ha consumado con una explosiva declaración pública.
El Estallido de Elon Musk: Hoy, en su red social X, Elon Musk declaró: «Ya no aguanto más», refiriéndose al proyecto de ley presupuestaria enviado por Trump al Congreso.
Musk calificó la ley como «repleta de gastos superfluos» y, de forma contundente, la llamó una «abominación repugnante».
Añadió: «Vergüenza a quienes la han hecho (Trump) y vergüenza quienes van a votar por ella. Saben que han hecho mal».
Bayly interpreta esto como una liberación de Musk, harto de la hipocresía política, y cree que debe estar muy arrepentido de su apoyo tan tonto y tan adolescente al embustero de Trump.
El origen del conflicto según Bayly: la irresponsabilidad fiscal de Trump
Musk se unió al gobierno de Trump con la misión de reducir el gasto público en $1 trillón, creando una «división de eficiencia gubernamental».
En unos cuatro meses, logró recortes de aproximadamente $200 billones (aunque Bayly critica la eliminación de ayuda humanitaria que provocó muertes de niños en África).
Sin embargo, el nuevo proyecto de ley presupuestaria de Trump, lejos de austeridad, es «dispendiosa» y «manirrota».
Se calcula que generará un déficit de $3.8 trillones en los próximos diez años.
Esto convierte los esfuerzos de Musk en una «tomadura de pelo». ¿De qué sirvió recortar $200 billones si se va a crear un agujero fiscal casi 20 veces mayor?
Bayly recuerda que esta conducta no es nueva: la deuda ya aumentó en $7 trillones durante el primer mandato de Trump, quien además quiere bajar impuestos mientras gasta sin control.
La Decepción y el Engaño: Musk, según Bayly, apoyó a Trump creyendo ingenuamente que era un «capitalista de verdad» y que podría influenciarlo. La realidad es que Trump es un «mercantilista» que usa el poder para su beneficio y el de sus allegados, un «embustero» y «mentiroso» que manipula y desecha a la gente.
Musk sacrificó su tiempo, la reputación de sus empresas (Tesla perdió valor y prestigio) y su propia imagen (siendo tildado de «fascista») por esta fallida alianza.
Bayly no se sorprende de la ruptura, que considera inevitable. Pero sí de la «ingenuidad» de Musk al haberse involucrado tan profundamente («se casó con Trump, se metió a la cama de Trump»).
Posibles consecuencias
A Trump probablemente no le importe la crítica de Musk, pues ya obtuvo su dinero y, crucialmente, su apoyo cuando lo necesitaba. No obstante, Bayly anticipa que Trump, eventualmente, responderá con dureza a Musk.
El proyecto de ley aún debe ser aprobado por el Congreso.
Aunque los republicanos tienen mayoría en el Senado (53-47), al menos tres senadores republicanos (Rand Paul, Ron Johnson, Mike Lee) han expresado dudas.
Si cuatro desertan, la ley no pasaría. Musk ha advertido que la aprobación de esta ley podría llevar al país a la «bancarrota». La Lección Final: Bayly concluye que «la gente no cambia».
Musk erró al pensar que podría cambiar a Trump, cuyas cartas ya estaban sobre la mesa. Recomienda mantener distancia de los políticos, pues suelen decepcionar.
Musk, que antes proclamaba que «el futuro de la civilización» dependía de Trump (mientras, recuerda Bayly, «tomaba ketamina, éxtasis y hongos psicodélicos»), debe sentirse avergonzado.
El verdadero peligro, concluye Bayly, no era el futuro de la civilización sin Trump. Mäs bien sino el «daño del carajo» que Trump le está haciendo al país y al mundo.
Qué pasó según John Acquaviva
Según Acquaviva la percepción de un «drama» entre Musk y Trump es difundida por medios de izquierda y es una interpretación sesgada de los hechos.
Aquí está el resumen de lo que pasó según Acquaviva:
La salida de Musk del gobierno fue planificada
Elon Musk era un «empleado especial» del gobierno que, por ley, solo podía ocupar su cargo por un máximo de 130 días al año.
Él siempre dejó claro que su rol sería temporal, y su salida simplemente coincidió con el límite de tiempo.
Trump le entregó una «llave dorada» en su despedida, lo que, según Acquaviva, Trump hizo que pareciera menos especial.
El moretón de Musk y la «deshonestidad» periodística
Musk apareció con un moretón en el ojo, resultado de un incidente con su hijo.
Un periodista de CBS, de forma «deshonesta», insistió en el tema y, según Acquaviva, intentó que Musk criticara a Trump, a pesar de que la entrevista era sobre SpaceX.
Frustración de Musk con la burocracia y la ineficacia de los recortes
Musk lideró la iniciativa DOD (Departamento de Eficiencia Gubernamental), que buscaba recortes de gastos.
Aunque se expuso mucho despilfarro y corrupción en agencias como USAID, los recortes significativos prometidos por Musk (como 1 billón de dólares en 12 meses) no se pudieron cumplir.
Acquaviva explica que esto se debe a la lentitud y el tamaño de la burocracia gubernamental en EE. UU., la imposibilidad de tocar presupuestos como el del Pentágono o los beneficios sociales, y la falta de voluntad política de los republicanos en el Congreso para implementar recortes impopulares.
Musk como «chivo expiatorio»
Acquaviva argumenta que Musk se convirtió en el principal blanco de críticas hacia la administración Trump, con los medios incluso comparándolo con figuras como Stalin.
Desde la perspectiva de Musk, su trabajo con DOD no ha valido la pena en términos de recortes efectivos, a pesar de sus buenas intenciones, porque los republicanos en el Congreso no han apoyado la codificación de esos recortes.
Crítica a Trump por no imponer su agenda
Acquaviva critica a Donald Trump por no utilizar su influencia y poder para obligar a los republicanos en el Congreso a apoyar los recortes y su agenda fiscalmente responsable.
Sugiere que Trump debería amenazar con primarias a aquellos republicanos que no cooperen, en lugar de permitir que se agreguen gastos para satisfacer intereses de donantes.
En resumen, según John Acquaviva, el «drama» es una exageración mediática.
La supuesta «molestia» de Musk surge de su frustración por la ineficacia de los esfuerzos de recorte de gastos dentro de la burocracia estadounidense y la falta de apoyo político necesario en el Congreso para implementar cambios drásticos, a pesar de haber expuesto un inmenso despilfarro.
La relación no es tanto de conflicto personal, sino de la dificultad de Musk para lograr sus objetivos de eficiencia dentro de un sistema político y burocrático complejo y a menudo resistente al cambio.