Susan Smith es una mujer estadounidense tristemente célebre por haber orquestado uno de los crímenes más conmovedores y deplorables en la historia reciente de Estados Unidos
En 1994, en Union, Carolina del Sur, Susan Smith orquestó la desaparición de sus dos hijos pequeños, culpando falsamente a un secuestrador afroamericano. Nueve días después, su engaño se desmoronó, revelando la impactante verdad: ella misma había ahogado a sus hijos, convirtiéndose en el prototipo de la «madre asesina» que engañó a una nación.
El 25 de octubre de 1994, Susan Smith llamó a la policía de Union, Carolina del Sur, afirmando que un hombre afroamericano había secuestrado su coche, un Mazda Protegé, con sus hijos Michael (de 3 años) y Alex (de 14 meses) dentro, mientras ella estaba detenida en un semáforo
Su relato, lleno de lágrimas y súplicas televisadas por el regreso de sus hijos, capturó la atención y la simpatía de la nación. La búsqueda de los niños se convirtió en una movilización masiva, con el FBI involucrado y la opinión pública volcada en el caso, creyendo en la historia de una madre afligida. El «secuestrador» descrito por Smith se convirtió en el objetivo de una cacería humana, generando una fuerte tensión racial en la comunidad.
A medida que pasaban los días, la historia de Susan Smith comenzó a presentar inconsistencias que levantaron las sospechas de los investigadores. Los detalles de su relato cambiaban, y su comportamiento, aunque aparentemente angustiado, también mostraba un extraño desapego
La policía y el FBI intensificaron sus interrogatorios, notando que Smith evitaba la mirada y se contradecía en puntos clave. Además, el supuesto secuestrador y su modus operandi no encajaban con ningún patrón conocido de criminalidad. La presión sobre Smith fue en aumento, y la evidencia forense y la falta de un sospechoso externo coherente comenzaron a apuntar hacia ella misma.
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