El Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP) denunció este martes la «política de abandono» en las cárceles de Venezuela, principalmente de los calabozos policiales al convertirlos en centros de reclusión permanente.
El OVP dijo que en esos recintos «hay hacinamiento extremo, falta de agua potable, ventilación inexistente, alimentos insuficientes y atención médica nula»
«Esta no es una crisis nueva ni un error del sistema: es una política de abandono. Lo hemos denunciado una y otra vez. El régimen venezolano no solo ha sido incapaz de resolver el colapso del sistema penitenciario, sino que ha convertido los calabozos policiales en centros de reclusión permanentes», manifestó la ONG en su cuenta en X.
Por ello exigió que se garanticen «condiciones humanas» de reclusión.
El Observatorio recordó que las leyes venezolanas establece que los calabozos policiales «son espacios de detención preventiva por un máximo de 48 horas», pero, «en la práctica, miles de personas permanecen allí durante semanas, meses e incluso años».
«Esta situación constituye una flagrante violación a los derechos humanos y evidencia el colapso del sistema penitenciario en el país», alertó.
A esta crisis se suma que los familiares de los detenidos «deben suplir las fallas, llevar comida, agua, medicamentos y artículos de higiene, muchas veces a costa de ser extorsionados por funcionarios o de dormir en las afueras de comandos policiales, bajo condiciones humillantes».
La ONG denunció que, entretanto, los detenidos «enfrentan procesos viciados por el retardo procesal, quedando atrapados en un limbo legal sin condena ni posibilidad de defensa», una situación que, subrayó, «vulnera principios fundamentales del debido proceso y convierte la detención en una pena anticipada e injusta».
Por tanto, exigió «medidas urgentes y concretas», entre las que mencionó el cierre «inmediato» de los calabozos como «lugares de reclusión prolongada, que se garanticen condiciones humanas y legales para todos los detenidos y que se ponga fin al castigo indirecto que sufren sus familias».
Con información de EFE