¿Sabías que el estrés crónico es uno de los mayores enemigos de nuestra salud?
En esta entrevista con Karin, exploro cómo la mente humana nos mantiene en un estado de estrés constante y cómo, a través de la meditación y la gratitud, podemos reducir el cortisol y mejorar nuestro bienestar. Tu mente te causa estrés. Imagen superior by Tumisu from Pixabay
Hablamos también de la importancia de encontrar un propósito más allá del trabajo, de la ansiedad que afecta a tantos hoy en día y de cómo la incertidumbre puede ser vista como una oportunidad en lugar de un peligro. Además, compartimos consejos prácticos para fortalecer la autoestima y autonomía de nuestros hijos, evitando que se queden atrapados en expectativas externas.
El estrés
El estrés es una respuesta física y mental natural del cuerpo a las demandas o amenazas que percibe. Es la forma en que tu organismo reacciona a los desafíos, ya sean físicos, emocionales o mentales. Aunque a menudo lo asociamos con algo negativo, el estrés es una parte esencial de la vida y puede ser tanto beneficioso como perjudicial, dependiendo de su tipo, intensidad y duración. Tu mente te causa estrés.

Tipos de estrés
No todo el estrés es igual:
- Estrés Agudo: Es la forma más común y de corta duración. Es la respuesta inmediata del cuerpo a una amenaza o un desafío (por ejemplo, frenar bruscamente para evitar un accidente, hablar en público, un examen). Una vez que la situación estresante pasa, tu cuerpo vuelve a la normalidad. Este tipo de estrés puede ser incluso beneficioso, ya que te ayuda a estar alerta y a rendir bajo presión.
- Estrés Agudo Episódico: Es cuando el estrés agudo se repite con frecuencia. Por ejemplo, si tienes un trabajo de alta presión o constantemente te preocupas por llegar tarde. Con el tiempo, puede llevar a la fatiga, irritabilidad y problemas de salud.
- Estrés Crónico: Es el tipo de estrés más dañino. Ocurre cuando el cuerpo está bajo presión constante durante un período prolongado (meses o años) sin alivio. Puede ser el resultado de problemas financieros persistentes, relaciones conflictivas, un trabajo insatisfactorio o una enfermedad crónica. Este estrés es el que tiene los efectos más graves en la salud.
Cuando te enfrentas a una situación estresante, tu cuerpo activa una serie de mecanismos fisiológicos para prepararte para «luchar o huir».
Esta respuesta es vital para la supervivencia en situaciones de peligro real.
Cuando la respuesta al estrés se mantiene activada por mucho tiempo, puede tener efectos devastadores en casi todos los sistemas del cuerpo. Comprender el estrés y desarrollar estrategias para gestionarlo es una inversión vital en tu salud y bienestar a largo plazo.
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