El caso de Armin Meiwes es uno de los más perturbadores y únicos en la historia criminal reciente, no solo por su naturaleza atroz, sino por el hecho de que su víctima fue un voluntario
Este caso de canibalismo consensuado conmocionó a Alemania y al mundo, planteando complejos dilemas legales y éticos. Armin Meiwes.
Armin Meiwes un técnico informático alemán, había desarrollado fantasías caníbales a lo largo de su vida. En 2001, publicó un anuncio buscando a una persona dispuesta a ser sacrificada y consumida. Para la sorpresa de muchos, encontró una respuesta.
Bernd Jürgen Brandes (1958-2001), un ingeniero de telecomunicaciones de Berlín, respondió al anuncio de Meiwes. Brandes afirmó que deseaba que lo comieran y que esto representaba la culminación de sus propias fantasías masoquistas extremas.
El encuentro tuvo lugar en la casa de Meiwes en Rotenburg an der Fulda, Hesse, en marzo de 2001. Los eventos grabados en video por el propio Meiwes, muestran una secuencia escalofriante.

Arresto y Descubrimiento
El crimen salió a la luz en diciembre de 2002 cuando un estudiante de la Universidad de Marburg, que se había encontrado con una de las publicaciones de Meiwes en línea buscando una nueva «víctima», alertó a las autoridades. La policía alemana investigó y arrestó a Meiwes en su domicilio. Allí encontraron los restos humanos en el congelador y, lo que es aún más impactante, las grabaciones de video que documentaban todo el acto.
El caso de Armin Meiwes, también conocido como el «Caníbal de Rotenburg» o «Der Metzgermeister» (El Maestro Carnicero), generó un intenso debate público y mediático en todo el mundo.
Desde su encarcelamiento, Meiwes ha sido descrito como un «prisionero modelo», donde trabaja en la biblioteca de la prisión y convirtiéndose al vegetarianismo. Su caso sigue siendo objeto de estudio en psicología forense y derecho.
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