¿Para qué dormimos? ¿Qué pasa en nuestro cuerpo cuando dormimos?
Tú duermes, los gatos duermen, los delfines duermen, las aves duermen, claro que no todos lo hacen igual, tampoco compartimos las horas de sueño ni los horarios, pero todos dormimos. ¿Quién fue el primero en dormir?
A continuación, conoce en este video ¿Para que dormimos? El primer ser que durmió. Imagen superior de emrah özaras en Pixabay
Dormir es un proceso biológico fundamental, tan vital para nuestra salud como comer, beber y respirar. Lejos de ser un estado de inactividad, el sueño es un período de intensa actividad en el cerebro y el cuerpo, esencial para la reparación, el mantenimiento y la consolidación de funciones vitales. Pasamos aproximadamente un tercio de nuestra vida durmiendo, lo que subraya su importancia.
El sueño cumple una amplia gama de funciones críticas para nuestro bienestar físico y mental:
Restauración Física:
- Reparación Celular y Tisular: Durante el sueño profundo, el cuerpo produce más hormona del crecimiento, que es clave para la reparación de músculos, órganos y células.
- Consolidación de la Energía: Esta permite que el cuerpo conserve energía y reponga las reservas para el día siguiente.
- Limpieza de Toxinas: Así, el cerebro, a través del sistema glinfático, elimina productos de desecho y toxinas que se acumulan durante la vigilia.

Salud Mental y Cognitiva:
- Consolidación de la Memoria: El sueño REM (Movimiento Ocular Rápido) y el sueño de ondas lentas son cruciales para procesar la información del día, transferirla a la memoria a largo plazo y fortalecer las conexiones neuronales.
- Regulación Emocional: Un sueño adecuado ayuda a gestionar el estrés, la ansiedad y la depresión, mejorando el estado de ánimo y la capacidad para afrontar desafíos emocionales.
- Rendimiento Cognitivo: Mejora la concentración, la atención, la creatividad, la resolución de problemas y la toma de decisiones.
Regulación Hormonal y Metabólica:
- Hormonas del Apetito: Influye en la producción de grelina (que estimula el apetito) y leptina (que señala saciedad), lo que afecta el control del peso. La falta de sueño puede llevar a un aumento de peso.
- Insulina y Glucosa: Un sueño insuficiente puede reducir la sensibilidad a la insulina, aumentando el riesgo de diabetes tipo 2.
- Testosterona: En hombres, gran parte de la producción de testosterona ocurre durante el sueño. La privación del sueño reduce significativamente sus niveles.
- Hormona del Estrés (Cortisol): Un buen descanso ayuda a regular los niveles de cortisol, mientras que la falta de sueño los eleva.
Sistema Inmune:
Durante el sueño, el sistema inmune produce y libera proteínas protectoras llamadas citoquinas. Por esta razón, la falta de sueño puede reducir la producción de estas citoquinas, así como de anticuerpos y células T, haciendo al cuerpo más vulnerable a infecciones y enfermedades.
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