Ovidio Guzmán López, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán, ha abandonado oficialmente la prisión metropolitana de Chicago, Estados Unidos, y ahora permanece bajo resguardo en una ubicación confidencial.
El traslado se dio después de que el también conocido como “El Ratón” compareciera el pasado 12 de julio ante la Corte Federal del Distrito Norte de Illinois, donde se declaró culpable de múltiples cargos relacionados con narcotráfico, lavado de dinero y posesión de armas de fuego.
El Buró Federal de Prisiones (BOP, por sus siglas en inglés) dejó de registrar su presencia en el penal desde el 14 de julio. A pesar de que Ovidio enfrentaba 12 cargos criminales, su declaración de culpabilidad y un acuerdo con los fiscales federales estadounidenses le abrieron la posibilidad de evitar una condena de cadena perpetua.
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Acuerdo con la Fiscalía
En la audiencia del 12 de julio, la jueza Sharon Johnson Coleman avaló un acuerdo firmado entre la defensa de Guzmán y la Fiscalía, en el cual el acusado se comprometió a colaborar como testigo del Gobierno de Estados Unidos y a proporcionar información clave que permita impulsar nuevas investigaciones o procesos judiciales contra miembros del Cártel de Sinaloa, organización criminal que actualmente es considerada terrorista por el Departamento de Estado estadounidense.
El pacto también incluye el pago de una multa de 80 millones de dólares, como compensación por las ganancias ilícitas obtenidas mediante el tráfico de drogas.
Si los fiscales consideran que la cooperación de Ovidio es útil y veraz, podrán recomendar a la jueza una sentencia menor a la cadena perpetua, castigo máximo por los delitos que admitió haber cometido. La sentencia final está programada para enero de 2026. Hasta entonces, Guzmán deberá permanecer bajo custodia de las autoridades federales en una localización secreta, probablemente bajo condiciones especiales de protección.
Ovidio Guzmán fue extraditado desde México a Estados Unidos el 15 de septiembre de 2023. A su llegada, fue ingresado a una prisión federal de Illinois, donde inicialmente se declaró inocente de cinco cargos federales relacionados con el tráfico de drogas, recursos ilícitos y armas.
Según documentos judiciales, tras la detención de su padre en 2016, Ovidio y sus hermanos, conocidos como “Los Chapitos”, reorganizaron las operaciones del Cártel de Sinaloa. Una de sus principales estrategias fue el fortalecimiento del tráfico de fentanilo, opioide sintético que ha provocado una severa crisis de salud pública en Estados Unidos.
Los fiscales señalan que el grupo criminal obtuvo cientos de millones de dólares por la distribución de esta droga. En 2023, el consumo de fentanilo en Estados Unidos provocó la muerte de unas 200 personas cada día, lo que ha llevado al gobierno estadounidense a redoblar esfuerzos internacionales para desmantelar redes delictivas y frenar la producción y exportación de opioides sintéticos.
Con información de Heraldo USA