¿Noticia falsa o un escándalo por estallar?
Todo lo que debes saber sobre la guerra de Candace Owens contra los Macron
La batalla mediática y judicial que explotó cuando Candace Owens, influencer ultraconservadora de Estados Unidos, repitió obsesivamente la teoría de que Brigitte Macron, esposa del presidente francés Emmanuel Macron, «nació hombre».
Esta acusación cruzó las redes sociales, se viralizó y desató una demanda global sin precedentes, en un episodio que te hará cuestionar los límites de la desinformación y la libertad de expresión.
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Origen de la controversia y primeros ataques
La controversia estalló otra vez, pero esta vez con más fuerza.
Candace Owens, comentarista política conocida por su posición de extrema derecha en Estados Unidos, decidió lanzar una serie de ataques directos hacia la primera dama de Francia, Brigitte Macron.
A través de su podcast y en distintas plataformas, Owens ha insistido durante meses en que Brigitte «nació hombre», alimentando teorías conspirativas, burlándose de los intentos de diálogo de la familia Macron e impulsando una campaña mundial de desprestigio.
Reacción oficial: la demanda judicial
Emmanuel y Brigitte Macron respondieron de la forma menos habitual: llevaron a Owens a juicio en Delaware, Estados Unidos, alegando difamación y presentando una demanda de 219 páginas.
El documento incluye pruebas exhaustivas de que Brigitte nació mujer y denuncia el «acoso implacable» sufrido por la pareja presidencial, así como el impacto global que han tenido estas declaraciones.
Ni la Primera Enmienda estadounidense ni las burlas de Owens detuvieron a los Macron, quienes están listos para comparecer personalmente en el tribunal y exigir una indemnización significativa si la influencer no retrocede.
Estrategia mediática de Candace Owens
Owens explotó la viralidad de este bulo a su favor.
Lanzó una serie de videos llamada «Becoming Brigitte», consiguió millones de visualizaciones y nunca mostró intenciones de retractarse, incluso después de múltiples advertencias legales.
Ella asegura que todo es una «estrategia de relaciones públicas» de los Macron y que buscan «intimidar a una periodista independiente».
Los Macron no se intimidan fácilmente: decidieron que, ante las mentiras, solo quedaba la vía legal.
El rumor que nació en Francia se internacionalizó
El enfrentamiento empezó muchos años antes, en los foros marginales de internet franceses.
Ahí, algunos personajes inventaron la historia de que Brigitte Macron era Jean-Michel Trogneux, su hermano mayor, y que había cambiado de género y robado su identidad.
Owens rescató esos rumores y los internacionalizó, dándoles vueltas en su plataforma, para ganar notoriedad, dinero y, claro, polarización entre su público.
Para muchos, ella no solo ataca la identidad de Brigitte, sino que inventa vínculos familiares y hasta teorías de control mental dirigidas desde la CIA.
Impacto mediático y social del escándalo
Los medios en Francia, Estados Unidos y el resto del mundo se hicieron eco. En redes sociales llovieron los memes, debates y más ataques dirigidos a la pareja Macron.
Tanto así que, dicen expertos y periodistas, esto se transformó en una campaña de desinformación viral y un caso de estudio sobre reputación, influencia y los riesgos de internet.
La demanda judicial cobra relevancia porque nunca antes un presidente en funciones había dado este paso para frenar una campaña internacional de calumnias digitales.
Por qué interesa la sexualidad de la esposa de Macron
¿Por qué sigue interesando la sexualidad de la esposa de Macron?
Porque mezcla morbo, política, teorías conspirativas y el toque explosivo de una figura polarizante como Candace Owens.
A la gente le intriga el poder, los secretos y escándalos en la élite. También influye que muchos seguidores de Owens buscan razones para atacar, burlarse o simplemente desconfiar de figuras del «establishment» europeo.
Este tipo de polémicas capturan la atención porque sacan lo peor y lo más bajo de la conversación digital.
Las claves de la viralidad
La viralidad de este tema no llegó sola. Owens supo orquestar el escándalo para ganar seguidores, monetizar con su podcast y convertirse en trending topic global.
Los algoritmos de redes sociales empujaron la conversación y la convirtieron en un fenómeno difícil de contener.
Cada vez que los Macron pedían diálogo o desmentían los rumores, Owens respondía con ironía y más contenido, logrando que cada round se convirtiera en un espectáculo mediático.
Reflexión final
Tú deberías preguntarte: ¿Y si mañana una mentira así toca a alguien de tu entorno? ¿Dónde termina la libertad de expresión y empieza el linchamiento digital?
No creas que por tratarse de una historia sobre presidentes, esto queda lejos de tu realidad.
Hoy, los rumores, la manipulación y la explotación del escándalo no distinguen entre figuras públicas y gente común.
En todo caso, ¿qué tan importante resultará que sea hombre o no?
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La mal llamada influencer debe pagar lo que deba y lo que no. Ya se le debe dar un parado a estos jugadores de la desinformación con el cuento de la libertad de expresión le hacen daño a quien les da la gana. Ojalá los Macron le den una buena paliza legal