Aterrorizó el área del Ruhr, en Alemania Occidental, durante más de 20 años, cometiendo una serie de asesinatos brutales y canibalismo
Joachim Kroll fue un asesino en serie y caníbal alemán, conocido como «el Caníbal del Ruhr» (Der Ruhrkannibale).
La ola de crímenes de Kroll comenzó en 1955 y duró hasta su arresto en 1976. Sus víctimas variaban en edad y género, aunque la mayoría eran mujeres y niñas. Se le atribuyeron al menos 14 asesinatos, pero las autoridades sospechan que el número real podría ser mucho mayor.
Su captura ocurrió de manera fortuita. En julio de 1976, la policía de la ciudad de Duisburg respondió a la desaparición de Marion Ketter, una niña de 4 años. Un vecino le contó a la policía que había visto a un hombre sacando a un niño de un apartamento en un bloque de viviendas cercano. La policía registró la vivienda de Kroll, donde encontraron los restos desmembrados de la niña, que había sido asesinada y parte de ella cocinada.
Confesión y Condena
Una vez bajo custodia, Kroll confesó con una fría franqueza, no solo el asesinato de Marion Ketter, sino también los de docenas de otras personas. Explicó que guardaba partes de sus víctimas en el refrigerador y las consumía.
- Sentencia: En 1982, lo juzgaron por 8 de los 14 asesinatos que se le atribuyeron. Lo declararon culpable y sentenciado a cadena perpetua. Kroll no mostró remordimiento por sus crímenes durante el juicio.
- Muerte en prisión: Joachim Kroll murió en prisión el 1 de julio de 1991, a los 58 años, a causa de un ataque cardíaco, poniendo fin a la vida de uno de los asesinos en serie más perturbadores de la historia alemana.
El caso de Joachim Kroll expuso las fallas en el sistema policial de la época, ya que sus crímenes no se habían relacionado entre sí, permitiéndole continuar su ola de asesinatos durante dos décadas.
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