El documental describe dos de las estafas más espectaculares de los últimos años. Los expertos exponen las estrategias de sus artífices
Cualquiera puede robar un bolso, pero una estafa a gran escala requiere algo más. Así, dotados de carisma, persuasión, buenos modales, un inmaculado comportamiento social y una gran resiliencia, los ladrones de guante blanco son difíciles de atrapar. A continuación, el desplome de las criptomonedas y el caso Wirecard.
La caída de FTX sacudió el mundo de las criptomonedas. La Fiscalía de Munich busca a este hombre, Jan Marshale. Los mayores escándalos financieros de los últimos años. Millones de ahorristas e inversores despojados de su dinero y salidas de la bolsa canceladas en el último minuto. ¿Cómo se llegó a este punto?
Un hombre en la red comercia con criptomonedas. Todos los días transacciones millonarias. Por eso, cientos de miles de clientes le confían su dinero. Sam Bankmanfed dirige la bolsa de criptomonedas FTX. La empresa es durante años un modelo de éxito. 32,000 millones de dólares de valor más que el Deutsche Bank.
No siempre resultan ilegales. Algunas estafas son simplemente brillantes, llegando a engañar incluso a los más profesionales de las finanzas. Así, esconden sus trucos detrás de columnas de números, empresas buzón, entramados empresariales y compañías pantalla. Sam Bankman-Fried fundó la empresa FTX, una de las mayores plataformas de intercambio de criptomonedas del mundo, lo que le valió el sobrenombre de «rey de las criptomonedas». Hasta que todo se derrumbó y el empresario tuvo que responder ante los tribunales por blanqueo de capitales y manipulación financiera.
Jan Marsalek es considerado el autor intelectual del escándalo Wirecard. Pero mientras sus antiguos compañeros de la junta directiva tienen que responder ante los tribunales, Marsalek está prófugo. ¿Había reservado anticipadamente varios millones de dólares para una nueva vida después del colapso de Wirecard?
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