La Segunda Guerra Mundial se cobró la vida de millones de personas y dejó huérfanos a muchos niños.
Polonia, donde familias enteras fueron exterminadas, se vio especialmente afectada. El documental narra el destino de los huérfanos de la Segunda Guerra Mundial.
El 7 de septiembre de 1949, un barco de pasajeros arriba a Halifax. A bordo, 123 huérfanos de la guerra polacos han perdido tanto a sus padres como a su país. Durante 4 años, tras el final de la Segunda Guerra Mundial en Europa, empieza para ellos una nueva vida aquí en Canadá. Un muchacho de 19 años le cuenta a un reportero, «Estoy contento de estar aquí, aunque amamos mucho nuestro país, ya no lo es más.
Traumatizados por las consecuencias de la guerra y la pérdida de sus seres queridos, estos niños fueron víctimas de los intereses de las potencias durante y después del fin de la guerra.

El film reconstruye la odisea de los huérfanos polacos que, tras el fin de la guerra, acabaron en un campo de refugiados en Tanzania. Primero, durante la contienda mundial, los niños fueron deportados de su patria a campos de trabajo en la Unión Soviética. Luego, los británicos se hicieron cargo de ellos y finalmente los enviaron a Tanzania. Los niños quedaron fascinados por la naturaleza de África, los animales y la exuberante vegetación.
El documental narra el destino de estos niños desde su deportación a Siberia hasta su acogida en Canadá. En retrospectiva, esta historia parece una aventura increíble incluso para los descendientes de los huérfanos. Una historia que, sin embargo, sigue marcada por la tristeza de haber perdido su patria y su familia.
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