Sus crímenes se caracterizaron por su brutalidad y por un elemento de travestismo que le dio su infame apodo
Wolfgang Schmidt, conocido como «el Gigante Rosa», fue un asesino en serie y violador alemán que cometió una serie de crímenes violentos entre 1989 y 1991 en Brandeburgo, Alemania.
El fetichismo hace referencia a la atracción sexual hacia objetos inanimados, partes específicas del cuerpo o incluso situaciones que no se consideran propiamente sexuales. Sentir atracción sexual hacia algo atípico puede traer graves consecuencias si el individuo no consigue ayuda profesional o una pareja que acepte y comparta sus inclinaciones. Asimismo, es probable que desarrolle sentimientos de frustración, vergüenza o culpa, caiga en estados depresivos y afecte su autoestima. Sin embargo lo más preocupante es cuando integran a la fuerza a otras personas en sus prácticas sexuales.
Crímenes y Modus Operandi
- El apodo: Schmidt se ganaba la confianza de sus víctimas vistiéndose de mujer, usando lencería rosa. Este vestuario era una parte de su ritual, ya que a menudo utilizaba la misma lencería para amordazar o estrangular a sus víctimas.
- Víctimas: Se le atribuyeron seis asesinatos: cinco mujeres y un bebé, al que mató a golpes.
Captura, Condena y Cambios de Identidad
La ola de crímenes de Schmidt terminó con su arresto en 1991. Fue capturado por la policía y posteriormente juzgado por sus crímenes.
- Sentencia: Lo declararon culpable de los asesinatos y condenado a cadena perpetua.
- Cambio de género: Mientras estaba en prisión, Wolfgang Schmidt se declaró transexual y solicitó un cambio de nombre y sexo legal. Desde 2001, su nombre oficial es Beate Schmidt.
Actualmente, Beate Schmidt sigue cumpliendo su condena en una institución penitenciaria alemana. Su caso es uno de los más notorios y perturbadores en la historia criminal de Alemania.
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