Una cascada de crujidos acompañó la explosión en una fábrica de fuegos artificiales en el municipio San Francisco, en el estado Zulia, que dejó decenas de heridos y centenares de viviendas destruidas, informaron las autoridades. Cifras extraoficiales habla de al menos más de 40 heridos.
Los estallidos de la pirotecnia espantaron a los vecinos de una improvisada barriada aledaña, que corrieron en busca de refugio, mientras emanaba una humareda blanca de la planta Gallo Verde.
El gobernador de la entidad, Luis Caldera, ordenó cortar la electricidad en toda la zona y anunció que se habilitaron 7 hospitales parea recibir a los heridos.
«Eso botaba fuego y humo por todos lados», dijo Katy Santodomingo, que visitaba en ese momento a su mamá en este asentamiento de casas llamado Lucha, Batalla y Victoria, justo al lado de la fábrica.
«Le damos gracias a Dios que todos estábamos despiertos, porque si hubiésemos estado durmiendo, no estuviéramos contando nada», afirmó.
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Del edificio de dos pisos de la fábrica quedó apenas el esqueleto de la estructura, mientras que latones de zinc y bloques de las precarias casuchas vecinas destruidas quedaron esparcidos en la zona.
Y sobre los árboles, cientos de cajas blancas de los llamados «fosforitos», petardos de artificio de baja potencia.
El ministerio del Interior informó del «confinamiento de las llamas», mientras que el gobierno de Zulia dio el balance de 23 heridos y 482 casas destruidas.
Las autoridades cerraron el suministro de gas y habilitaron siete hospitales para atender a los lesionados.
«Fue como si hubiera temblado la tierra», indicó Inés Pirela, de unos 70 años, durante una revisión médica. «Todo se movió».
Con información de AFP y MIJ