Sarcopenia: esto devora tus músculos

Préstame mucha atención que te quiero hablar de quizás el factor que nadie habla, que más nos va a seguir afectando en los próximos años a todas las personas y que nos va a afectar por demasiados años

Y te voy a hablar de este tema. Aprende este término, sarcopenia.

Créditos al canal Dr. Carlos Jaramillo en YouTube

Yo quiero que te hagas una pregunta o yo quiero que te revises a ti mismo y es, ¿Más año te cuesta más abrir un frasco, subir escaleras, cargar las bolsas del supermercado? Y a eso siempre terminamos diciendo, «No, pero es que eso es la edad, no, no es la edad.» Aprende este término, es la sarcopenia.

¿Qué es la sarcopenia?

La sarcopenia es una enfermedad progresiva y generalizada del músculo esquelético, caracterizada por una pérdida de masa, fuerza y función muscular. Es una condición asociada al envejecimiento, pero puede verse acelerada por factores como el sedentarismo, la mala nutrición y ciertas enfermedades.

Causas y Síntomas

La sarcopenia se debe a una combinación de factores, incluyendo la disminución de la producción de hormonas (como la testosterona y la hormona del crecimiento), la reducción de la síntesis de proteínas musculares y el aumento de la inflamación crónica en el cuerpo.

Los síntomas más comunes son:

  • Pérdida de fuerza: Dificultad para levantar objetos, abrir frascos o realizar tareas cotidianas.
  • Debilidad general y fatiga.
  • Movilidad reducida: Dificultad para caminar, subir escaleras o levantarse de una silla.
  • Mayor riesgo de caídas y fracturas.
Prevención y Tratamiento

La sarcopenia no tiene una cura, pero se puede prevenir y controlar eficazmente a través de intervenciones en el estilo de vida.

  • Ejercicio: El entrenamiento de fuerza es la estrategia más efectiva. Actividades como el levantamiento de pesas, las bandas de resistencia o los ejercicios con el peso corporal estimulan la síntesis de proteínas musculares y fortalecen el tejido.
  • Nutrición: La ingesta adecuada de proteínas es crucial. Se recomienda consumir alimentos ricos en proteínas (carne magra, pescado, huevos, lácteos, legumbres) en cada comida. La vitamina D y los ácidos grasos omega-3 también pueden tener un efecto beneficioso.

La sarcopenia puede tener un impacto significativo en la calidad de vida, por lo que es importante adoptar hábitos saludables desde una edad temprana para prevenir o retrasar su aparición.

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