Aterrorizó el área de Seattle, Washington, durante las décadas de 1980 y 1990
Gary Leon Ridgway, conocido como el «Asesino de Green River», es uno de los asesinos en serie más prolíficos en la historia de Estados Unidos.
Fue durante su adolescencia donde experimentó sus primeros impulsos violentos cuando estuvo a punto de asesinar a un niño de seis años a puñaladas aunque el menor sobrevivió al ataque. Ridgway confesó después por qué lo hizo con sus propias palabras: «quería saber lo que se siente al matar a alguien».
Los Crímenes
Los crímenes de Ridgway comenzaron a ser notorios a principios de la década de 1980, cuando se encontraron los cuerpos de varias jóvenes cerca del río Green. Las víctimas, en su mayoría trabajadoras sexuales y jóvenes fugitivas, las estrangulo. Así, el asesino se aprovechaba de la vulnerabilidad de estas mujeres, a menudo recogiéndolas en su vehículo.
Ridgway se mantuvo activo y sin ser detectado durante años, lo que generó una gran frustración en la policía. Así, los cuerpos continuaron apareciendo, sumando un total de decenas de víctimas que se le atribuyeron.

Arresto, Confesión y Condena
A pesar de ser un sospechoso desde el principio, la evidencia de ADN es lo que finalmente lo vinculó con los crímenes en 2001. Así, para evitar la pena de muerte, Ridgway aceptó un acuerdo de culpabilidad en 2003, en el que se declaró culpable de 48 asesinatos. A cambio, prometió cooperar con las autoridades para localizar los restos de sus víctimas.
Ridgway lo sentenciaron a 48 cadenas perpetuas consecutivas sin posibilidad de libertad condicional. Se cree que el número total de sus víctimas es mucho mayor, posiblemente superando las 70.
A día de hoy, Gary Ridgway sigue cumpliendo su condena en la Prisión Estatal de Washington.
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