¿Cómo es posible que Phineas Gage no solo sobreviviera, sino que se mantuviera consciente durante toda la experiencia?
Phineas Gage supervisaba la construcción de una línea férrea de Rotterdam a Burlington cuando una carga explosiva detonó sin previo aviso, en el violento estallido, una barra de hierro de un metro de largo atravesó el cráneo de Phineas. En la opinión de cualquiera que una barra de hierro atraviese la cabeza de alguien es sinónimo de muerte instantánea.
Phineas P. Gage (1823–1860) fue un obrero estadounidense que se convirtió en uno de los casos más influyentes en la historia de la neurociencia y la psicología. Sobrevivió a un terrible accidente en el que una barra de hierro le atravesó el cráneo, lo que provocó un cambio drástico en su personalidad.
El Accidente de 1848
- Fecha y Lugar: 13 de septiembre de 1848, en Cavendish, Vermont, Estados Unidos.
- Contexto: Gage era un capataz de ferrocarril que trabajaba en la voladura de rocas para despejar el camino.
- El Incidente: Mientras compactaba pólvora con una barra de hierro de aproximadamente 1.1 metros de largo y 3 cm de diámetro, una chispa encendió el explosivo. La detonación lanzó la barra a gran velocidad.
- La Lesión: La barra de hierro atravesó su cráneo, entrando por su mejilla izquierda y saliendo por la parte superior de su cabeza, causando un grave daño en su lóbulo frontal izquierdo.

Legado en la Neurociencia
El caso de Phineas Gage fue la primera evidencia científica sólida que demostró la conexión directa entre una región específica del cerebro y aspectos complejos de la personalidad, las emociones y el comportamiento social.
Se reconoció que los lóbulos frontales (específicamente la corteza prefrontal) no solo controlaban el movimiento, sino que eran cruciales para las funciones ejecutivas. Como la planificación, el control de impulsos y la toma de decisiones.
- Muerte: Gage falleció en San Francisco en 1860, 12 años después del accidente, debido a convulsiones recurrentes.
- Conservación: Su cráneo y la famosa barra de hierro se conservan y exhiben en el Museo Anatómico Warren de la Escuela de Medicina de Harvard.
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