Una tormenta política y cultural debido a su inminente actuación divide a Estados Unidos
Estados Unidos es un campo de batalla ideológico tras la elección de Bad Bunny para el Super Bowl
Trump y sus seguidores lideran la controversia
Actuación de Bad Bunny en el Super Bowl
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Un hito histórico: el español llega al Halftime Show
A finales de septiembre, la National Football League (NFL) sacudió la industria del entretenimiento con un anuncio trascendental.
Benito Antonio Martínez Ocasio, mundialmente conocido como Bad Bunny, será la estrella del espectáculo de medio tiempo del Super Bowl, programado para el 8 de febrero de 2026.
La representación latina en la cima del deporte
Más allá del éxito personal del artista puertorriqueño, la noticia es un hito monumental para la comunidad latina.
Bad Bunny se convertirá en el primer artista en la historia del Super Bowl en cantar íntegramente en español durante la totalidad del show de medio tiempo.
Un hecho considerado un logro rotundo para la inclusión cultural y la carrera del cantante.
Jon Barker, vicepresidente senior de producción de eventos de la NFL, defendió la elección al afirmar que «Bad Bunny representa la energía global y la vitalidad cultural que definen la escena musical actual».
La controversia explotó: reacciones desde la esfera política
Si bien la comunidad latina celebra la decisión, la controversia no se ha hecho esperar. La noticia provocó una fuerte división en Estados Unidos, con críticas agresivas provenientes de sectores conservadores y seguidores del presidente Donald Trump.
El conflicto abierto con la Administración Trump
El desacuerdo del artista con el gobierno de Donald Trump es un tema conocido. El cantante llegó a cancelar conciertos de su gira “Debí Tirar Más Fotos World Tour” en Estados Unidos por temor a que su público, mayormente latino, se viera afectado por las redadas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
Tras el anuncio del Super Bowl, el presidente Trump, miembros de su administración y seguidores, manifestaron públicamente su total inconformidad con la elección.
«Nunca he escuchado hablar sobre él», declaró el presidente Trump, añadiendo: «No sé quién es. No sé por qué lo hacen», en clara referencia a la liga de fútbol americano profesional.
Pero la ra respuesta de la NFL fue inquebrantable ante las críticas
La inconformidad trascendió la retórica política. Fanáticos del Super Bowl y de Donald Trump lanzaron una petición en la plataforma Change.org, recolectando más de 50,000 firmas con el objetivo de reemplazar al artista en el medio tiempo, argumentando que «Bad Bunny no representa la cultura estadounidense».
Además, la NFL cierra filas: «No hay consideración para reemplazarlo»
A pesar de la campaña de firmas y las intensas críticas, la NFL ha mantenido una postura firme. La liga emitió un comunicado oficial dejando claro que no existe la más mínima consideración para reemplazar al cantante.
El comisionado en jefe de la NFL, Roger Goodell, salió a defender la decisión este miércoles. «Es uno de los artistas más destacados y populares del mundo», afirmó Goodell en su última conferencia, enfatizando el valor de la elección.
«Eso es lo que intentamos lograr. Es un escenario importante para nosotros. Es un elemento clave del valor del entretenimiento».
La NFL, al mantener su decisión a pesar de la presión, no solo valida la relevancia global del artista y del género urbano, sino que también reafirma su compromiso con el entretenimiento de alcance masivo, consolidando un evento que, más allá del fútbol, se perfila como un espectáculo de profundo significado social y un innegable punto de inflexión en la historia del deporte y la música.
Siendo así, la controversia catapulta la expectativa de lo que será una actuación histórica.
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