A través del Comitente por la Libertad de los Presos Políticos (CLIPVe), los familiares de los detenidos «denuncian que en Yare II estarían pasando hambre: la comida sería muy mala, insuficiente y dependerían casi por completo de los pocos alimentos que las autoridades permiten ingresar cada 15 días, durante una visita que apenas dura 20 minutos».
En un post en su cuenta en X, la ONG reportó que «varios detenidos habrían sido golpeados y que sus familiares fueron amenazados para que no denuncien. Los presos estarían recibiendo tablazos y agresiones físicas constantes, llegando a presentar extensos hematomas en distintas partes de su cuerpo como consecuencia de estas golpizas».
La ONG alerta que «estas denuncias reflejan posibles tratos crueles, inhumanos y degradantes, prohibidos por la constitución, el derecho internacional y contrarios a las Reglas Mandela».
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Por ello, exigen al Ministerio Público y la Defensoría del Pueblo «atención inmediata a estas denuncias, protección para los detenidos y garantías para sus familiares, así como una investigación urgente e independiente que determine responsabilidades».
Asimismo, hacen un llamado «al país a condenar con firmeza estas lamentables condiciones a las que estarían siendo sometidas personas inocentes en cárceles crueles, que evidencian el carácter inconstitucional, cruel e inhumano de un sistema que intenta profundizar el terrorismo de Estado, transgrediendo la dignidad humana».
Igualmente, instan  «a la comunidad internacional —organizaciones de derechos humanos, mecanismos multilaterales y gobiernos democráticos— a alzar su voz, activar sus mecanismos de monitoreo y exigencia, y acompañar a las familias que hoy denuncian estos hechos para evitar daños irreparables y garantizar la protección de las personas detenidas por motivos políticos en Venezuela».