Una jueza federal de Estados Unidos ordenó el jueves la retirada de las tropas de la Guardia Nacional de Washington, lo que supone un nuevo revés para Donald Trump en su enfrentamiento con ciudades y estados demócratas.
La jueza del Tribunal de Distrito Jia Cobb ordenó el fin del despliegue, pero suspendió su orden por 21 días para permitir que la administración de Trump presente una apelación.
El presidente republicano ha movilizado efectivos a Washington, Los Ángeles y Memphis, ciudades gobernadas por demócratas, con el argumento de combatir el crimen y reforzar su campaña contra los migrantes indocumentados.
Trump ordenó que más de 2.000 miembros de la Guardia Nacional patrullaran Washington desde el 11 de agosto tras afirmar que la ciudad era «un lugar sucio y plagado de crimen».
Brian Schwalb, fiscal general de la capital estadounidense, presentó una demanda en septiembre buscando poner fin al despliegue de tropas.
«Desplegar la Guardia Nacional para participar en labores de aplicación de la ley no solo es innecesario e indeseado, sino que también es peligroso y perjudicial», dijo Schwalb.
En su decisión del jueves, Cobb dijo que la administración de Trump había «actuado en contra de la ley» al desplegar tropas para «misiones no militares de disuasión del crimen en ausencia de una solicitud de las autoridades civiles de la ciudad».
La jueza, designada por el presidente demócrata Joe Biden, también dijo que la administración había excedido su autoridad al traer efectivos de la Guardia Nacional de otros estados para patrullar la capital.
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El uso extraordinario de la Guardia Nacional por parte de Trump también fue impugnado por California a principios de este año después de que el presidente ordenara movilizar tropas a Los Ángeles para sofocar protestas provocadas por las redadas contra migrantes indocumentados.
Un juez del tribunal de distrito dictaminó que era ilegal, pero un panel de una corte de apelaciones permitió que el despliegue en Los Ángeles continuara.
Otros jueces federales bloquearon temporalmente el envío de tropas en Chicago y Portland, también controladas por demócratas.
Se espera que la Corte Suprema emita pronto una decisión final sobre si estas acciones del presidente son legales.
Trump ha negado las acusaciones de que está apuntando estrictamente a ciudades gobernadas por sus oponentes políticos.
Con información de AFP